El efecto de las lluvias de las últimas semanas empieza a dejarse notar en el estado de las reservas de agua en Catalunya. El país hace meses que sufre una sequía intensa, que ha provocado imágenes prácticamente inéditas. Sin embargo, las últimas precipitaciones han empezado a revertir la situación lentamente. Los pantanos de las cuencas internas superan ya el umbral del 26% de su capacidad. Es todavía un número relativamente bajo, pero hace falta tener en cuenta que hace un mes las reservas estaban prácticamente un punto por debajo.
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Pueden parecer cambios nimios, pero en una situación excepcional como la que vive actualmente Catalunya, es un progreso a tener en cuenta. Un progreso que es más marcado en algunos puntos del país, por ejemplo, en el pantano de Sau. Este espacio se ha convertido en una de las imágenes más destacadas de la actual sequía. La iglesia de Sant Romà de Sau volviendo a emerger de entre las aguas ha sido la imagen que ha ilustrado esta crisis hídrica. Si bien, después de estas lluvias el templo está lejos de volver a sumergirse, la situación de las reservas de agua ha mejorado sustancialmente.
Este miércoles, Sau se encuentra en torno al 17% de su capacidad, hasta un 10% más que a principios de abril. Un cambio mucho más que notable, que abre una puerta a una posible recuperación parcial en las puertas del verano. Sin embargo, hay que recordar que hace un año, Sau se encontraba al 45,50% de su capacidad, es decir, que la normalidad hídrica todavía queda lejos.
Reducir el consumo "a todos los niveles"
El Govern de la Generalitat ha lanzado una campaña de concienciación sobre la situación de sequía para pedir que se reduzca el consumo de agua "a todos los niveles". Con el lema El agua no cae del cielo. Ahorrar es cosa de todo el mundo, el ejecutivo busca apelar a la responsabilidad ciudadana para garantizar el ahorro de agua.
La portavoz del Gobierno, Patrícia Plaja, ha asegurado que las lluvias de los últimos días son "bienvenidas" pero ha remarcado que son "insuficientes". Plaja ha señalado que con las lluvias de los últimos días se ha incrementado poco las reservas de agua y ha subrayado que eso también ha sido porque las temperaturas han sido muy altas y las tormentas, muy localizadas. También ha remarcado que no se está reduciendo los niveles de consumo doméstico e industrial. De hecho, ha admitido que las previsiones que tenía el Gobierno incluían una reducción más marcada.