El papa Francisco presidió este domingo el rezo del Ángelus dominical desde la capilla de su residencia vaticana y no desde la ventana del Palacio Apostólico de la plaza de San Pedro para sanar un resfriado y como "precaución" antes de la Navidad, y el inicio de los actos del Jubileo de 2025. Con la voz tomada y algo de tos, simpatomas de una galipandría, el pontífice se dirigió a los feligreses en un mensaje emitido a través de las pantallas de la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde le escuchaban cientos de personas, entre ellas muchos niños que este día acuden al lugar para la tradicional bendición de los ‘bambinelli’, las figuritas del Niño Jesús para el belén.

El pontífice argentino, que acaba de cumplir 88 años, apareció sentado tras una mesa delante del altar de la capilla de la Casa Santa Marta, su residencia, junto a una figura del Niño Jesús regalada, según dijo, por el arzobispo de Santa Fe y realizada por aborígenes ecuatorianos. Empezó su discurso lamentando no poder compartir esta plegaría desde el balcón de la Santa Sede, disculpándose con los presentes. "Queridos hermanos y hermanas, lamento no estar con vosotros en la plaza. Estoy mejorando, pero se deben tomar precauciones".

En las oraciones de este domingo, el Santo Padre pidió que esta Navidad "cese el fuego en todos los frentes de guerra del mundo", mencionando Tierra Santa, Gaza y Ucrania. El pontífice ha tenido un momento para pensar "en los niños acribillados, los bombardeos en las escuelas y hospitales", y la crueldad que viven.

El Papa ha expresado la necesidad de lograr un alto al fuego en todos los conflictos, especialmente en estos días de fiesta. "Que callen las armas y resuenen los villancicos", ha afirmado Francisco, que ha puesto también la mirada en Mozambique, donde el paso del ciclón 'Chido' ha dejado de momento casi 100 fallecidos y numerosos destrozos materiales como viviendas, centros médicos o escuelas. El Pontífice ha asegurado que sigue "con preocupación" las noticias que llegan desde ese país. "Que el diálogo y la búsqueda del bien común apoyados por la fe prevalezca", ha asegurado.

Bendice las figuras del Niño Jesús en la plaza de San Pedro

Durante la alocución previa al rezo mariano, el Santo Padre ha bendecido las figuras del Niño Jesús que han traído los fieles, especialmente niños, en la plaza de San Pedro, pequeñas figuritas "que luego los niños llevarán a los pesebres de sus casas, es un gesto sencillo, pero importante", como ha detallado Francisco.

En este sentido, ha pedido añadir un sentimiento de alegría cada vez que los ciudadanos se encuentren con una madre que lleva a su hijo en brazos o en su regazo. "No nos quedemos indiferentes ante su presencia, aprendamos a asombrarnos. Bendigamos a las madres y alabemos a Dios por el milagro de la vida, porque ningún niño es un error", ha argumentado.

Reposo antes de la misa de inicio del Jubileo

Francisco ha decidido así evitar asomarse a la ventana sobre la Plaza de San Pedro y el frío del invierno para curarse de un resfriado antes de la Navidad, que arrancará este martes con la misa de Nochebuena en la basílica de San Pedro. Una misa que inaugurará oficialmente el Jubileo con la apertura de la Puerta Santa de la basílica vaticana, para ofrecer la indulgencia de los pecados a quienes la crucen durante el 2025.

Esta semana el Papa reconoció estar "muy resfriado" durante una audiencia en la que se le pudo ver muy cansado y ayer, aunque mantuvo su agenda, mostró una voz todavía algo ronca y tomada durante su tradicional mensaje a la Curia Romana.

En el pasado, ha optado por presidir actos como el Ángelus desde la Casa Santa Marta, como cuando en noviembre del año pasado también evitó asomarse desde las alturas de la Plaza de San Pedro a causa de una gripe que le llevó, en aquella ocasión, a cancelar su agenda.