La circulación de trenes entre Vilanova y Garraf se ha restablecido este miércoles por la tarde y los trenes ya pueden pasar por las dos vías, aunque con limitaciones de velocidad. La movilidad por este tramo quedó afectada el martes, cuando un tren Talgo sin pasajeros descarriló en Sitges. Los trabajos de los técnicos de Adif para retirar el tren han permitido que se pueda circular por las dos vías, aunque con un incremento de los tiempos de los viajes por las limitaciones de la velocidad. Hasta las 18 horas, los convoyes de la línea R2 Sud, media y larga distancia están registrando retrasos de 15 minutos.
Según ha informado Adif, los trenes de Rodalies irán recuperando las frecuencias y horarios de manera progresiva. Un centenar de técnicos han trabajado para arreglar los daños "importantes" en la infraestructura y las instalaciones ferroviarias causados por el descarrilamiento, según recoge la ACN. Sin embargo, se mantiene la limitación temporal de velocidad en un tramo de cerca de 400 metros en la vía 1, y de unos 900 metros a la dos, en torno a la zona de la incidencia, que se prevé que se retire pronto. Los principales daños se produjeron en un tramo de 400 metros de la vía 2 y han afectado diferentes subsistemas de la infraestructura.
Las infraestructuras afectadas por el descarrilamiento
En concreto, el descarrilamiento del tren Talgo ha provocado daños en más de 360 travesías, el contracarril, 60 sujeciones, elementos de cambios de aguja, tres barras de carril de transición, 300 metros de sujeciones y en la junta de cambio de aguja. También ha provocado desperfectos en instalaciones de seguridad como dos balizas, una señal y cableado de varios tipos, y ha obligado a reponer piezas de instalaciones mecánicas. Adif ha destinado "hasta un centenar de técnicos, entre personal propio y de contratos" y maquinaria de diferente tipología.
Las consecuencias: retrasos y caos en Renfe
Asimismo, esta incidencia en el tramo entre Vilanova y Garraf ha provocado un gran desbarajuste entre los pasajeros, indignados por la falta de soluciones. El transporte alternativo de Renfe se ha colapsado ante la gran afluencia de usuarios, generando largas colas en las estaciones. Incluso, los Mossos han tenido que activar unidades de orden público a las estaciones de Vilanova y Castelldefels.