Que las fiestas del 6 y 8 de diciembre caigan en martes y el jueves es una alegría para la mayoría de las personas que trabajan y que esperan poder hacer un puente de diciembre que casi parecerá un acueducto. La semana, que parece que será una de las menos productivas del año, también generará un gran movimiento de vehículos que desde el área metropolitana de Barcelona saldrán en dirección a la montaña y a zonas de segunda residencia, en el primer tramo del puente o del segundo. Para evitar que algunas carreteras, como la AP-7 se convierta en un calvario para los conductores, el departamento de Interior y el Servicio Catalán del Tráfico han diseñado dos operaciones salida y dos operaciones retorno con limitaciones para camiones.
En una comparecencia ante los medios de comunicación desde Sant Cugat, acompañado de la alcaldesa Alba Ingla, el conseller del Interior, Joan Ignasi Elena, ha anunciado que durante este puente se restringirá los días 2 y 6 de diciembre la circulación de camiones a más de 80 km/h entre Granollers y Martorell así como en los tramos de la autopista dónde solo hay dos carriles. El domingo 11, cuando está previsto que la mayoría de vehículos vuelvan, entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche se prohibirá la circulación de camiones por la AP-7. Durante toda la semana, y según haga falta, Tráfico pondrá carriles adicionales en varios tramos de la AP-7 -entre Llinars y Montornès y entre Vilafranca y el Papiol- y a la C-17 en Ripoll el domingo 11.
Además de intentar evitar que se generen retenciones en estos momentos, el titular de Interior también ha anunciado que la División de Tráfico de los Mossos d'Esquadra reforzará la presencia en la carretera con vehículos de paisano y logotipados con el fin de combatir las infracciones y los excesos de velocidad, las dos, las principales causas de accidentalidad en las carreteras de Catalunya.
Multados 450 conductores en la "nueva" AP-7
Para combatir esta accidentalidad, que el mes de noviembre se ha cobrado 17 víctimas mortales en todo el país, con cifras muy negras, este fin de semana se ha puesto en marcha una reducción de la velocidad máxima en la AP-7 a 100 km/h entre el Papiol y Granollers. En total se ha hecho un control sobre 7.000 vehículos que han circulado por esta vía desde el jueves y hasta el domingo, donde se ha reducido la velocidad máxima de 120 km/h a 100 km/h para reducir el volumen de siniestralidad. De estos conductores, tal como ha adelantado Elena, se han multado 450 conductores por no haber respetado esta nueva limitación. Desde Interior aseguran que la reducción de la velocidad garantiza una mejora en la accidentalidad, si bien, hoy por hoy, todavía no hay datos sobre accidentes en este tramo con relación al fin de semana anterior.
Por su parte, la alcaldesa de Sant Cugat, ha expresado su satisfacción "con esta medida, encaminada a reducir la siniestralidad y las congestiones en esta vía tan utilizada por la ciudadanía de Sant Cugat". Ingla también se ha mostrado confiada que esta medida ayude a reducir el ruido, una molestia que afecta especialmente al vecindario de Mirasol y una parte de Valldoreix. En este sentido, Ingla ha valorado "especialmente que el proyecto de pantallas acústicas en Mirasol esté saliendo adelante, y que los Presupuestos Generales del Estado del próximo año incluyan el estudio para el apantallamiento del tramo de Valldoreix".