Un numeroso grupo de padres y madres de alumnos está impulsando una iniciativa con el fin de promover que los adolescentes no tengan móvil hasta los 16 años. La iniciativa quiere romper la dinámica que hace que muchos niños estrenen un teléfono al empezar el instituto y se ha extendido por varios grupos de familias de alumnos de Catalunya, sobre todo gracias a WhatsApp y Telegram. Allí, un grupo nombrado Adolescencia libre de móvil ya suma 2.139 progenitores, pero hay grupos territoriales que también tienen un buen número de seguidores. Hay grupos de familias de los barrios del Poblenou, el Eixample, Gracia o Sant Andreu, en Barcelona, pero también en Girona, Terrassa, Garraf o Cardedeu.
De hecho, se trata de la redacción de un documento de compromiso de las familias en el cual se comprometen a no comprar a los 12 años un teléfono inteligente y retrasarlo hasta los 16. "Daré el móvil a mi hijo a partir de los 16 años...". De lo que se trataría es que las familias ya se pongan de acuerdo a partir de primaria, cuando la interacción es más fácil, teniendo en cuenta que en muchos casos ya no coinciden en el instituto. Se trata, pues, de generar un mecanismo de consenso entre las familias con el fin de romper la inercia de comprar el móvil a los hijos a los 12 años o, incluso, con menos edad.
La normativa del Departamento
Aunque la decisión final de la compra de móviles recae en la familia, cada instituto tiene la potestad de regular su uso. El Departamento de Educación, en su web, subraya que la escuela "tiene que ser un espacio donde reflexionar con profundidad sobre la presencia de estas tecnologías y dispositivos en las aulas". Sin embargo, en el 2015 el pleno del Consejo Escolar de Catalunya emitió un informe en el cual avisaba de que el hecho de prohibir indiscriminadamente al alumnado el uso de tecnologías móviles en los centros podía constituir una restricción del derecho de los menores a ser considerados ciudadanos y entrar en contradicción "con los objetivos curriculares vinculados a la consecución de la competencia digital, los aprendizajes en general, y la capacidad de aprender a lo largo de la vida".
De hecho, en el 2019, un 47% de los centros permitía el uso de los móviles en el aula, bajo indicación del personal docente y en un contexto de aprendizaje; el 52% restante no autorizaba la utilización. El 74% de los centros veían necesaria más orientación sobre el buen uso de la tecnología móvil. Sin embargo, los datos de comprensión lectora siguen bajando y es que Catalunya se sitúa en la cola en este aspecto al curso de 4.º de primaria con una puntuación de 15 puntos menos que en el 2016.
La consellera anuncia un proceso de debate
Además, la consellera de Educación, Anna Simó, ha anunciado que en las próximas semanas se iniciará un proceso de debate sobre el uso del móvil a todos los centros educativos de Catalunya. En una entrevista en Radio 4 ha detallado que ha hablado con el Consejo Escolar para poder hacer posible la iniciativa. Ha dicho que se redactará un documento de bases que incluirá preguntas relacionadas con la eventual prohibición y ha defendido que esta tiene que ser una decisión consensuada con los claustros y las familias. Se ha comprometido que si la mayoría de escuelas apuestan por la prohibición, el departamento establecerá el marco y la forma en que se tendrá que hacer. Con todo, ha remarcado que más de la mitad de institutos ya han regulado esta cuestión y ha insistido en la autonomía de centro.
Anna Simó ha vuelto a insistir en que la prohibición del móvil "no resolvería nada" porque desde su punto de vista iría en contra de lo que el departamento ha defendido en las últimos años. "Hemos apostado por ayudar a los alumnos a alcanzar una competencia digital adecuada y huir de los abusos de las pantallas, los móviles y las tabletas", ha recordado Simó que ha dicho que establecer ahora una limitación total de estos no tendría sentido.