No dejar ni rastro. Este era el objetivo del entonces rey Juan Carlos I, que ofreció dos millones de euros (gastos aparte) a la abogada de Manos Limpias, Virginia López-Negrete, para que su hija, la infanta Cristina, quedara fuera de la acusación por el juicio del caso Nóos.
El secretario general del sindicato, Miguel Bernad –ahora en prisión imputado por delitos de extorsión, amenazas y pertenencia a organización criminal–, lo trasladó así a la letrada pocas semanas antes de que empezara la vista oral y cuando Manos Limpias tenía que sostener o retirar la acusación contra Cristina. Todo esto se extrae de una grabación en una cafetería de Madrid a la cual ha tenido acceso El Mundo y en que se escucha como López-Negrete se niega rotundamente a aceptar cualquier tipo de chantaje.
Fue el marqués de Mondéjar quien trasladó esta información a Bernard. "Quedamos el martes fuera, donde el Pocholo, nos saludamos, está muy viejo. Había trabajado mucho para el Rey emérito y al final se apartó de él", empieza la conversación entre Bernad y López-Negrete, en que el primero añadía que el marqués le había subrayado que "esta será una conversación que tendremos usted y yo solos".
Al llegar al restaurante, el marqués fue al grano: "[El Rey] me hace un ofrecimiento en el siguiente sentido: dos millones de euros y, aparte, todos los gastos que haya habido y que sean del juicio, pagadas". De esta manera, la cifra que Juan Carlos I hubiera pagado hubiera sido de dos millones de euros más unos 300 o 400.000 euros más. Y, evidentemente, a fin de que no quedara ni rastro del chantaje se haría todo en "cash".
Sin imposiciones
Bernad quiso dejar claro a la abogada de Manos Limpias que "no quiero ninguna imposición" y subrayó que el marqués sólo "quiere ver de qué manera y con qué forma jurídica se puede llevar a cabo.
López-Negrete, visiblemente enfadada, respondió a Bernad:"Te daré mi respuesta, son unos sinvergüenza, ¡qué hijos de puta! Nos quieren despachar con dos millones de euros". Pero Bernad estaba en otro punto del camino. Él realmente se estaba planteando aceptar la propuesta.
Y es que, además, contaban también con la ayuda del Grupo Godó para evitar que se les "echen encima los medios de comunicación", según había trasladado al marqués de Mondéjar al secretario general del sindicato, y eso todavía lo animaba más a aceptar la oferta. "De todos modos, el escándalo puede durar uno o dos días", mientras que "si a la hija del Rey se la condena, sería un éxito para Manos Limpias que también duraría uno o dos días".
La abogada, sin embargo, quitando de la cabeza de Bernad cualquier idea que lo llevara a decir 'sí', le dejó bien claro que "la respuesta es un no rotundo".