Nuevo paso en la desarticulación de los Casuals, la facción más violenta y peligrosa de los Boixos Nois, ultras del Barça. Ricardo Mateo, líder de la banda criminal en la que se ha acabado convirtiendo este grupo, ha sido detenido este lunes por los Mossos d'Esquadra,en el municipio de Platja d'Aro, en Girona, donde llevaba escondido desde hace dos meses. La policía catalana puso en marcha un macrodispositivo el pasado 9 de junio, con el objetivo de detener el mayor número de integrantes posibles, entre ellos, Mateo. El primer paso fue presentarse a su domicilio, en L'Hospitalet de Llobregat, pero en el piso solo encontraron a algunos familiares; Ricardo Mateo se había esfumado. Desde entonces que estaba en busca y captura y, finalmente, le han podido arrestar, acusado de una posible participación en el secuestro de una banda rival de narcotraficantes.
La operación policial culminó con 33 detenidos, doce de los cuales han ingresado ya en prisión por los delitos de homicidio, secuestro, tráfico de drogas, amenazas, extorsiones, lesiones, desorden público en el ámbito del deporte y pertenencia a organización criminal. Y es que, aunque su origen está entre los hooligans del F.C. Barcelona, ya hace dos décadas que han diversificado su actividad delictiva, y se han convertido en una auténtica mafia que opera por toda el área metropolitana de la capital catalana.
Desarticulados el año 2010
Esta es la segunda vez que los Mossos d'Esquadra llevan a cabo un operativo de estas características. El año 2010 se celebró un macrojuicio que pretendía desmantelar el grupo de una vez por todas. Muchos de los que conformaban la cúpula ingresaron en prisión, el mismo Ricardo Mateo entre ellos. No obstante, los últimos años han reanudado su actividad, coincidiendo con el fin de la condena de los líderes, y han ido un paso más allá, habiendo cometido, presuntamente, dos asesinatos este año. Entre los detenidos durante la explotación del caso Hydra hay muchas caras nuevas, miembros de una nueva generación que han entrado a los Casuals no hace mucho, pero también han vuelto a caer los principales líderes, como Paco el Gordo y su lugarteniente, David Pozzi.
A pesar de la detención de Mateo, la investigación contra los Casuals continúa en marcha. El detonante del caso Hydra fue un episodio violento en un bar de Cornellà de Llobregat, el pasado noviembre. Un grupo de radicales del Barça asaltó el establecimiento, un punto de reunión habitual para los hooligans del Espanyol. La policía catalana reconoció rápidamente la huella de los Casuals, y descubrieron que el grupo había vuelto a delinquir fuera del ámbito del deporte. Más allá de las acusaciones de homicidio, los Mossos d'Esquadra también descubrieron la existencia de una caja común en la que todos los miembros del grupo estaban obligados a ingresar una parte proporcional de los beneficios obtenidos de sus actividades criminales. Este fondo común servía para pagar a los abogados de los integrantes encarcelados, así como para dar apoyo económico a las familias de estos.