Ripoll quedó vinculada a los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 y 18 de agosto de 2017 porque la mayoría de los terroristas yihadistas eran vecinos de ese municipio. Siete años después de aquellos terribles atentados, que dejaron 16 víctimas mortales y más de 150 heridos de 34 nacionalidades, el Ayuntamiento de Ripoll, liderado por la alcaldesa del partido ultra Aliança Catalana, Sílvia Orriols, ha inaugurado un monumento en su recuerdo. Ha querido ser un acto de restitución a la memoria de las víctimas, porque, según denuncia Orriols, quiere "contrarrestar el vergonzoso homenaje" que el Ayuntamiento hizo hace siete años y que, según la alcaldesa, "parecía más enfocado a los familiares de los asesinos que a las víctimas". Orriols ha criticado que al acto no haya asistido ninguna de las autoridades de Catalunya que han sido invitadas, entre ellas representantes del govern de la Generalitat y de la Delegación del Gobierno.
Emotivos testimonios de las víctimas
El acto de este domingo, que se ha celebrado en la plaza del Ajuntament de Ripoll, y que ha tenido el acompañamiento musical de la violoncelista Eva Curto, ha estado encabezado por el gobierno municipal y ha contado con la presencia de unas 300 personas, entre ellas, decenas de vecinos y vecinas que han querido sumarse al homenaje, miembros de los cuerpos de seguridad y emergencias, y también algunas víctimas supervivientes de los atentados, como Ivan Morales, que tenía 10 años cuando ocurrieron los atentados, o su madre, Iolanda Ortiz, que han intervenido para denunciar y reivindicar que las instituciones se hayan olvidado de las víctimas. Ivan ha señalado que en siete años, nadie les ha preguntado ni a él ni a sus familiares cómo están, mientras que Iolanda ha admitido el sufrimiento y la culpabilidad que ha sentido durante años. "Yo pude salvar a mi hijo, Ivan, pero nunca olvidaré a las personas que tenía delante y que la furgoneta mató. No pude salvar a las dos personas de delante de mí. Durante tres años me he sentido culpable por no haberlas podido salvar", ha reconocido, y ha expresado que "no se le puede pedir a una persona que tiene una vivencia como esta que pase página porque está viva". "A veces, ha concluido, no hacen falta grandes reconocimientos, sino un abrazo y sentir que tienes a gente cerca".
Un monumento de piedra con 16 nombres
El momento más emotivo ha sido cuando se ha inaugurado el monumento que homenajea a las víctimas, un sencillo monolito de piedra de mármol de color verde que es obra del escultor local Domènec Batalla, que ha intervenido en el acto para explicar que incluye una la placa metálica con los nombres de las 16 víctimas y también 14 agujeros y dos angelitos (en referencia a los dos niños muertos) "que representan los 16 mundos diferentes de cada uno".
La alcaldesa Orriols y una de las víctimas de los atentados, Elisabet Caritg, han retirado la senyera que cubría el pequeño monumento, con la placa que incluye un texto que reza: "En honor y memoria de las víctimas de los atentados terroristas de agosto de 2017". Las víctimas presentes en el acto han empezado la ofrenda floral ante el monumento, y luego lo han hecho los representantes políticos, instituciones, entidades y representantes de los cuerpos policiales que también han querido estar presentes. En el acto ha intervenido la alcaldesa, Sílvia Orriols, que ha agradecido en nombre del Ayuntamiento de Ripoll la presencia de las víctimas "en un momento tan duro y en estas fechas tan señaladas", y también ha dado las gracias a las autoridades municipales y a los representantes de los cuerpos policiales. La alcaldesa, sin embargo, ha criticado la "nefasta gestión municipal" del anterior gobierno y ha reconocido que el acto de hoy quiere "contrarrestar el vergonzoso homenaje" que se hizo en 2017, cuando tuvieron lugar los hechos, y espera que a partir de ahora Ripoll no sea recordada como la villa de los terroristas, sino como "la villa que se alzó en contra del terrorismo".
Discurso islamófobo de la alcaldesa
La alcaldesa ultra, que se reconoce abiertamente como islamófoba, ha reconocido que no han invitado a la comunidad islámica del municipio y, de hecho, los ha vinculado directamente con los atentados, según informa la ACN. "Si se pronunciaron discursos llamando a la yihad dentro de un centro de culto, me imagino que los responsables del centro eran conscientes de ello y lo permitieron. Por lo tanto, los consideramos cómplices", ha dicho. Orriols ha asegurado que la comunidad islámica "todavía es más hermética y cerrada que antes" y cree que en el municipio, tanto antes de que se perpetraran los atentados como siete años después, "hay dos sociedades que avanzan en paralelo".
Los reproches de Orriols han continuado y los ha dirigido contra las instituciones que han declinado asistir. La alcaldesa ha explicado que, por voluntad expresa de las víctimas, se ha invitado "a todo el mundo, prescindiendo de ideologías y banderas" porque el Ayuntamiento quería "abandonar cualquier politización del acto". Con todo, ha lamentado que "muchas instituciones han declinado asistir" al acto, entre ellas la Generalitat. Tampoco han asistido los concejales de la oposición municipal, ni tampoco han participado familiares de los terroristas de Ripoll.
Un Iron Man vigilante
Un momento emotivo también se ha vivido cuando Robert Manrique, víctima del atentado de Hipercor y portavoz en funciones de la Unitat d’Atenció i Valoració a Afectats per Terrorisme (UAVAT) y los familiares de las víctimas han hecho entrega al Ayuntamiento de Ripoll del muñeco de Iron Man que llevaba el niño australiano de 7 años que murió en el atentado en la Rambla de Barcelona. Manrique ha explicado que la madre del niño le había pedido que lo custodiara y, en una decisión "espontánea", ha dicho, han decidido entregarlo al consistorio para que "vigile que no haya malos en Ripoll".