Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un grupo que se dedicaba a robar calçots de fincas del Parc Agrari del Baix Llobregat para después venderlos al público. La rápida intervención de la policía permitió pillar in fraganti a tres hombres mientras sustraían 50 cajas llenas del producto en una finca de Viladecans. Los ladrones, vecinos de Barcelona y Olivella de 32 y 44 años, están imputados por dos presuntos delitos de hurto.
La investigación empezó a raíz de las quejas de agricultores de la zona, que denunciaban que habían sufrido robos de hortalizas y material agrícola del interior de sus explotaciones agrarias. Al mismo tiempo se tenía indicios de que un grupo de personas sustraía cajas de plástico de una finca y las utilizaba para rellenarlas también con productos agrícolas.
Esta situación llevó a los Mossos a colaborar con la Policía Local de Viladecans con el fin de poder intensificar la vigilancia en la zona. Los campesinos afectados también participaron del operativo identificando los puntos débiles de las fincas hurtadas y las posibles rutas de fuga de los criminales.
In fraganti
Los resultados no se hicieron esperar. La noche siguiente del inicio del dispositivo de vigilancia, poco después de las doce, se identificaron tres hombres mientras robaban 50 cajas llenas de calçots. El lugar donde se estaba produciendo el hurto era el mismo campo donde pocos días antes habían sustraído 10.000 calçots también aprovechando la oscuridad de la noche.
Una vez denunciados los autores materiales de los hurtos agrícolas, los agentes continuaron las indagaciones policiales por poder determinar quién les compraba la mercancía sustraída durante las noches. Los responsables eran un matrimonio de 31 y 37 años que regentaban una tienda en Sant Boi de Llobregat. Dado que los policías pudieron localizar las cajas con los calçots hurtados en días anteriores se denunció a los responsables de la tienda por un delito de receptación.
Más controles
A partir de ahora, una de las medidas que se cogerá en los municipios de Viladecans y de Gavà será la de intensificar los controles policiales en los accesos a la zona agrícola, con el objetivo de denunciar administrativamente a los vehículos que acceden sin ser autorizados, sobre todo con la finalidad de disuadir a los hurtadores de productos agrícolas. De esta forma, se pretende reforzar el patrullaje preventivo y se regularizará la presencia de vehículos ajenos a la zona.