Con la llegada del buen tiempo, se han acabado los cafés hirviendo, los tés calientes o las sopas escaldadas a la hora de cena. El hielo se convierte en el protagonista y en el acompañante ideal para cualquier bebida, y aparecen algunas, que son típicas de estas épocas primaverales o estivales.

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La horchata es una de ellas, y ahora, cinco locales barceloneses y centenarios, se han agrupado para crear la ruta de la horchata. Un recorrido que pretende dar a conocer esta bebida refrescante, que "proporciona mucha energía, es vegana, no lleva leche –a diferencia de lo que muchos se piensan-, ni tampoco gluten, ni lactosa", según detallan los expertos que conocemos a continuación.

La chufa con la cual se hace la horchata / Foto: Orxatabarcelona

La Valenciana

"Durante 90 años estuvimos en Gran Vía con Aribau, el local donde empezamos. Ahora estamos un poco más arriba", explica Anna Cortés, que hace memoria y recuerda cómo su familia abrió el negocio en 1910, ahora hace 111 años. Anna trabaja al negocio familiar desde joven, y sus tres hermanos trabajan también entre la horchatería y la tienda de frutos secos que tienen a unos metros de La Valenciana: Productos Parami.

Equipo de la Valenciana - Calle Aribau, 16, Barcelona / Foto: Orxatabarcelona

La Campana

Laura, Mireia y Bea son tres hermanas que representan la cuarta generación de turrones La Campana. Dos de las hermanas junto con Maria Dolors Mira, la madre, que gestiona el negocio y que es la tercera generación, llevan las riendas de un emblemático local que abrió sus puertas en 1890, fundado por Francisco Mira Miralles. "Nosotros empezamos vendiendo turrón y, más tarde, en los años cincuenta incorporamos los helados, porque la campaña del turrón es corta", explica Bea, una de las hermanas.

Su bisabuelo, el fundador de la marca que este año cumple 131 años, fue el creador del boisset, una gran caldera que funciona con vapor y que agiliza todo el proceso de elaboración del turrón.

Equipo de La Campana - Calle Princesa, 36, Barcelona / Foto: Orxatabarcelona

Sirvent

El Sirvent es otro emblemático local situado justo en medio del barrio de Sant Antoni que sirve horchata desde 1928, cuando el abuelo de Dídac, quien trabaja en la actualidad en la tienda, vino a Barcelona y se instaló en la calle Freixures, al lado del mercado de Santa Caterina. En 1943, su abuelo abrió la tienda actual en la calle Parlament y entre 1995 y el 2000, el negocio creció abriendo un nuevo local en la calle Balmes, 130.

"Yo estudié derecho y al terminar, me puse a trabajar al negocio familiar", explica Dídac, que es hijo único y el candidato ideal para seguir llevándolo junto con sus padres, que ya hace tiempo que trabajan. "Servimos granizados, horchata, helados y a partir de mitad de octubre hasta al principio de enero también tenemos turrones".

Dídac delante del Sirvent - Calle Parlament, 56, Barcelona / Foto: Orxatabarcelona

El Tío Che

Tere forma parte de la cuarta generación de la familia Iborra que lleva el negocio. Ellos vinieron de Alicante en 1912 aquí en Barcelona porque querían ir a hacer las Américas, pero nunca se marcharon. Sabían hacer horchatas, granizados y helados y empezaron en la Barceloneta". En 1930 sin embargo, cambiaron de ubicación y se situaron en Poblenou. "Pero en la nueva tienda, cayó una bomba de la Guerra Civil y derribó el local", explica Tere, hecho que comportó un nuevo cambio de ubicación en el actual local, que se dio el 1940.

"El año que viene cumpliremos 110 años", dice emocionada Tere, que trabaja con sus hijas -la quinta generación-, en la horchatería. "Nosotras hacemos horchata, granizado, helados, turrones, leche merengada y granizado de avena, muy típico de la región valenciana". Tere nos recomienda probar la mezcla de la horchata con el granizado de avena, el Cordial, como llaman esta peculiar combinación, "una mezcla especial pero muy rica"!.

Tere (en medio) delante de Tio Che – Rambla del Poblenou, 44-46, Barcelona / Foto: Orxatabarcelona

Fillol

En Badalona encontramos otro de local centenario que completa la ruta de la horchata que estará en vigor todo el verano. "Un tío - abuelo de mi padre montó las horchaterías Fillol en toda España. El tío Fillol, lo llamaban, de aquí el nombre", explica Xavi, que haciendo memoria, recuerda cómo su abuelo abrió negocios por Sevilla, Zaragoza y en la Plaça Universitat de Barcelona.

Hoy en día, sin embargo, la única que sigue abierta y con un largo recorrido por delante es la que regenta Xavi con su hija -que representa la quinta generación- en Badalona, a la esquina entre la Rambla y la calle del Mar y que lleva abierta desde 1920. "El origen de la familia es valenciano, mis abuelos y bisabuelos vinieron aquí y se pusieron a hacer horchata, que es lo que sabían hacer". En Fillol encontraréis más de 50 sabores de helados diferentes, leche merengada, gofres y crepes y horchata, claro está.

El Xavi delante de Fillol – Calle de Sant Joaquim, 4, Badalona / Foto: Orxatabarcelona

¡Anímate con la ruta de la horchata!

Los cinco horchateros ofrecen a sus clientes una tarjeta donde el usuario podrá ir completando a medida que haga compras relacionadas con la horchata o con algunos de sus combinados, con el fin de completar la visita a los cinco locales. Al tener todos los sellos completados en la tarjeta, el cliente podrá escoger una horchata gratuita en uno de los establecimientos. Una ruta que será válida hasta mediados de octubre, con la intención de que si funciona, el próximo año se pueda repetir.

¿De dónde sale la horchata?

Preguntando a los comerciantes con qué ingredientes elaboran la horchata, la respuesta es contundente y unánime: ¡La horchata no lleva leche! [Ríen]. "Es la cosa más sencilla que hay: chufa, agua y azúcar," dice Xavi, del Fillol, que elabora 4 clases diferentes de su fábrica y que distribuye en diferentes locales y establecimientos.

Para hacer horchata, primero hay que lavar la chufa, que proviene del campo donde está inflada y que queman a contra viento con el fin de poder recogerla. Una vez limpia y extraída toda la arena, se deja en agua en remojo entre 10 y 12 horas como máximo, "aunque hay quien la deja más tiempo", apunta Xavi. Una vez la chufa está inflada, se desinfecta con hipoclorito y se aclara bien. En este punto, la chufa ya está preparada y limpia para entrar en el molino donde se tritura con el agua que le corresponde, y se hace caer en una prensa donde de allí, saldrá la pulpa por un lado y la horchata por el otro, que se filtrará de nuevo. En este punto, se añade la proporción de azúcar correspondiente y se mezcla. ¡Ya tenemos la horchata a punto!

Combinados con horchata del Fillol / Foto: Orxatabarcelona

Los expertos en horchata coinciden y destacan la importancia de desinfectar bien la chufa, "porque en el campo la riegan con cualquier tipo de agua y se encuentra mezclada con la tierra y la arena de los cultivos". ¿Y las proporciones de cada ingrediente? ¡"Eso que te lo diga otro"!, exclama Xavi entre sonrisas. [Ríen todos]

Palmera, Canario, Murciana, Piscolabis, Pantera Rosa...

Si los combinados que se pueden hacer con la horchata son muchos, los nombres que se les atribuyen a todos ellos, se multiplican por el doble. "En cada casa le ponemos nombres diferentes", explica Dídac, del Sirvent, dónde explica cómo un combinado con horchata puede ser con helado o bien con granizado. "En casa, el combinado de horchata con granizado de café le decimos Piscolabis". Y añade Xavi: "al Fillol, la horchata con granizado de fresa se llama Pantera Rosa".

Los cinco coinciden en percibir como en los últimos tiempos, la tendencia por parte de la clientela es la de pedir horchata sin azúcar. Y destacan sus propiedades, como el hecho de que "es una bebida vegana, buena para la presión sanguínea, por el colesterol, por el intestino y también para las embarazadas". ¿Para las embarazadas? "Sí, o cuando las madres enlatan, si toman horchata, después los niños o niñas se vuelven adictos y son clientes de por vida", exclaman entre sonrisas las hermanas de La Campana.

Fartones exquisitos del Tio Che / Foto: Orxatabarcelona

Entre los comerciantes hay muy buena sintonía y antes de marcharse, los pregunto cómo se lo hacen para resistir la tentación de trabajar en un lugar dónde el dulce, lo tienen en frente todo el día... ¡"Bien, no te pienses, hacemos control de calidad"!, exclama Tere, del Tío Che [ríen y coinciden todos]. ¡Es que piensa que se tiene que hacer! La horchata se tiene que probar cada día". Una ruta que no se puede dejar perder y que podréis compartir con amigos, familia, parejas o fartones!