A mediados de enero, salió a la luz que el Parc Científc de la Universitat de Barcelona estaba llevado a cabo una investigación con cachorros de beagle a cargo del laboratorio Vivotecnia, conocido por anteriores escándalos de maltrato animal en Madrid. Estos cachorros, 32 en total, tenían que ser sacrificados después del experimento científico, hecho que provocó mucha indignación en las redes. Incluso, la alcaldesa Ada Colau pidió a la consellera de Acció Climática, Teresa Jordà que intercediera en esta situación. La republicana defendió que esta investigación se estaba produciendo en Madrid. Así se lo había avanzado el Parque a finales de enero, institución que confirmó a principios de febrero que se acabarían sacrificando a estos 32 animales. Remarcaban que no había ninguna otra alternativa a pesar de la presión social para que se liberaran o se dieran en adopción, y que el uso de animales es una práctica imprescindible para avanzar en el estudio de tratamientos y la investigación científica. Ahora, este caso ha llegado a la Comunidad de Madrid, donde el partido animalista PACMA ha pedido una reunión con la presidenta Ayuso para intentar evitar la muerte de los perros.
Este sacrificio, que ha acabado confirmando el Parc Científic, forma parte del experimento de la UB para probar fármacos en estos animales. La Universidad contrató los servicios de Vicotecnia por 255.000 euros. Este establecía probar en los animales un medicamento en dosis únicas y repetidas durante cinco meses con el objetivo de encontrar curas a enfermedades fibrobioticas, según la institución. Estos experimentos producen el endurecimiento o cicatrización de los órganos afectados y por eso se incluyó "el estudio histopatológico de los órganos de 32 cachorros", a quien, acabadas las pruebas, se les practicará una necropsia. El laboratorio en cuestión fue denunciado el pasado mes de abril por maltrato animal, por unas prácticas en un laboratorio de Madrid después de que se hicieran públicos vídeos en que el personal se burlaba de su sufrimiento. Madrid suspendió su actividad y empezó un proceso judicial contra el laboratorio. Con todo, tiene el certificado de buenas prácticas.
Dar ejemplo
Ahora, la pelota vuelve a estar encima del tejado de la Comunidad de Madrid, especialmente de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, a quien PACMA ha solicitado que paralice estos experimentos. En un comunicado, los animalistas han asegurado que "es hora de dar ejemplo y dejar de utilizar animales en procedimientos científicos en que se obtienen resultados escasamente extrapolables en humanos". En el mismo escrito, PACMA ha denunciado que el laboratorio siga abierto después de las "terribles imágenes filtradas en abril de 2021, donde los trabajadores humillaban y violentaban los animales con los cuales estaban experimentando."
A finales de enero, unas 450 personas se concentraron en la Plaza Sant Jaume de Barcelona para exigir la cancelación de este experimento. PACMA, con el apoyo del Sindicato de Estudiantes e ISEA convocó esta manifestación para exigir que los cachorros fueran liberados de manera inmediata y evitar su sacrificio. Por otra parte, también pedían en la UB que rompiera el contrato con Vivotecnia.