Este lunes han salido a la luz los mensajes y comentarios de carácter sexual que el actual vicerrector de la Universitat de Barcelona, el catedrático Jordi Matas, presuntamente envió a una exalumna en el año 2016, y también ha transcendido que la estudiante denunció los hechos ante una comisión de la universidad. Según relata ElDiario.es el docente, en aquel momento catedrático de Ciencia Política, habría enviado mensajes inadecuados y de carácter sexual a la alumna, incluso explicándole que había tenido "sueños eróticos" con ella. "El sueño empieza comiendo... después es cuando empieza la fiesta. Los dos nos lo pasábamos muy bien y siempre eras tú quien llevaba la iniciativa", dijo Matas a la chica, según informa el medio digital, que ha tenido acceso a centenares de mensajes y testimonios que rodean este caso. Consultado por ElNacional.cat, Jordi Matas no ha querido hacer ninguna declaración respecto a estas acusaciones.

Todo empieza en el año 2016, cuando la chica, de entonces 21 años, era estudiante en la UB y tuvo a Matas de profesor. Desde aquel momento la relación entre los dos se fue forjando y dejó de ser estrictamente académica y empezó a entrar en el terreno personal, siempre con el consentimiento de la alumna, que veía al profesor como "un referente" y afirma que no consideraba fuera de lugar su relación, que era estrictamente de amistad. La historia se empieza a entorpecer cuando Matas empezó a escribir mensajes inadecuados a la alumna, hasta que un día, en su despacho, le explicó que había tenido "sueños eróticos" con ella. En aquel momento, la alumna sufrió un ataque de ansiedad porque "no sabía cómo gestionar la situación" y quiso enfriar la relación.

Matas tenía que ser el tutor de TFG de la estudiante, aunque todavía no estaban asignados oficialmente, pero ante esta situación ella pidió un cambio de tutoría. Al hacer esta solicitud, el vicerrector intensificó sus esfuerzos para contactar con ella. Según el medio digital, la siguió por la universidad y le seguía enviando mensajes cada semana. Ante esta situación, la chica pidió ayuda a compañeros de clase y amigos para que la "protegieran" cuando estaba en la universidad, ante el temor a cruzarse con el catedrático y trató de alejarse de él. Según explica, Matas siguió enviándole mensajes y la buscaba por los pasillos de la facultad, generándole situaciones de ansiedad y pánico.

En algunas de las conversaciones que cita el medio se puede ver como el profesor insiste en quedar, le reprocha que tarde tanto en responder e incluso le pide que suba a su despacho para verse. "Por cierto, sales guapísima en la foto", le comenta sobre la imagen de perfil que tenía la estudiante en WhatsApp. "Tengo ganas de verte", insiste al día siguiente. "Me pones triste", añade, después de reprocharle de nuevo a la estudiante que no le hace suficiente caso. Ella en muchas de las ocasiones le responde de manera fría, tratando de no dar cuerda a la relación, que la incomoda. Sin embargo, confiesa que no rompe del todo con esta situación por miedo, ya que él es su profesor y tenía miedo de que pudiera tener consecuencias. La estudiante tomó la decisión de denunciar los hechos ante la Unidad de Igualdad de la Universitat de Barcelona en marzo de 2017. A pesar de estas acusaciones, el caso fue desestimado por una comisión compuesta exclusivamente por hombres.

En cuanto a la versión de la Universidad, desde la UB, en declaraciones a El Periódico, argumentan que "se aplicaron los protocolos correspondientes" y que ambas partes no presentaron ninguna alegación a la resolución del caso, cerrando así el expediente.