El caso de la vecina de Olesa de Montserrat que murió el pasado mes de enero después de ir al centro de atención primaria del municipio y que se le diera hora para el día siguiente conmocionó al municipio, y este jueves, la consellera de Salut, Olga Pané, ha explicado los resultados de la investigación hecha por el departamento. Pané y Clara Pareja, la directora de Ordenación y Regulación Sanitaria, han comparecido ante la comisión de Salut y han explicado que la conclusión a la que llegaron los servicios de inspección sanitaria que analizaron lo sucedido en el CAP de Olesa es que "no se observan indicios que relacionen la atención recibida con la muerte de la vecina" y que se ha archivado temporalmente el expediente de información. Hay que tener en cuenta que el departamento no ha tenido acceso a los resultados de la autopsia judicial que se realizó a Encarna, ya que no forman parte de la causa, motivo por el cual Pané ha reclamado extrema prudencia a la hora de analizar los hechos.

El resumen de los hechos

Pareja ha explicado que se han revisado más de 25 documentos para elaborar la investigación, incluidos los informes de la Mútua de Terrassa, responsable del servicio del CAP de Olesa de Montserrat y también diferentes entrevistas, aparte de las imágenes de las cámaras de seguridad. A partir de ahí, la directora ha establecido un relato de los hechos: el 16 de enero, Encarna llegó a las 17:24 con un acompañante al centro y se sentó en su sala de espera; a las 17:33 se levantó y se puso a hablar con el personal administrativo, hasta las 17:40, durante siete minutos: "la vecina habla con la persona que la está atendiendo y le enseña un documento y una caja de medicamentos, y fruto de esta conversación se la cita al día siguiente a las 8:10". A las 17:40  Encarna se vuelve a sentar, a las 17:42 habla con su acompañante, a las 17:46 va al lavabo y a las 17:50 se marchan, según se recoge en las grabaciones de las cámaras de seguridad.

Según explica la doctora Pareja, "en todo este rato no hay motivo para pensar que, aparte de andar lentamente, sufra una situación aguda o urgente". Al día siguiente, Encarna no asiste a la visita que tenía programada, según transcribió a la médico que la tenía que atender, y a las 16:40 se activaron dos unidades del SEM para ir a atenderla a su domicilio. "El motivo era malestar general y se acabó citando a la vecina al día siguiente a la consulta de un médico de atención primaria", explica la responsable de Ordenación y Regulación Sanitaria, añadiendo que en las conversaciones no había una barrera idiomática y también que ni en las imágenes ni en las entrevistas con los profesionales se ha detectado "ningún conflicto o incidencia". Por todo ello, se concluye que no hay indicios que relacionen la atención recibida con la muerte de la vecina.

Indignación por el caso

El caso de Encarna generó mucha indignación social. Por ejemplo, la Associació per una Sanitat Pública i de Qualitat (ASPQ) convocó una protesta ante el CAP de Olesa en la que participaron unas 200 personas. Reclamaron aclarar cuál había sido la situación de la muerte de la vecina, y si se habría podido hacer algo más por evitarla. Según la familia, habría hecho falta una atención más profunda para prevenir el desenlace fatal. La concentración también fue para denunciar "la desatención generalizada" en el centro sanitario, en un contexto de pérdida de calidad asistencial, motivo por el cual los manifestantes reclamaron volver a los niveles de atención sanitaria que había antes de la pandemia.