Hay historias que parecen salidas directamente de una película, como es el caso de esta que se ha producido en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. El equipo médico del centro ha salvado a una niña de cuatro años que tenía una aguja de dentista clavada en el cerebro, según ha publicado La Vanguardia. La menor había ido a una clínica dentista de la ciudad para tratarse una caries, pero la aguja de la anestesia se le quedó clavada y le llegó hasta el sistema nervioso. Según el hospital, fue una cirugía muy complicada, ya que nunca se habían encontrado con un caso como este.
El relato no es apto para personas aprensivas y lo explica la madre al citado diario. La madre de la pequeña recuerda que se asustó mucho cuando le dijeron que al sacar la jeringa de la boca de la niña vieron que no había aguja. Varios dentistas intentaron sacar la aguja pero en vano; cada vez que la tocaban la aguja se hundía todavía más y fue cuando se pusieron en contacto con el doctor Josep Rubio, el jefe de cirugía maxilofacial de Sant Joan de Déu, para pedir consejo.
Dos noches ingresada antes de la operación
El doctor Rubio, en el momento en que se lo contactó, se encontraba en un congreso en Tenerife y recomendó que se llevara la pequeña al Hospital de Sant Joan de Déu. Allí se pasó dos noches ingresada y cuando volvió el doctor, él y el doctor José Hinojosa la operaron. Fue una intervención mucho más larga de lo que se esperaba, porque la aguja se había colado por uno de los pequeños orificios por donde pasan nervios y arterias y, por lo tanto, se trataba de un procedimiento muy delicado.
Después de extraerle la aguja con una pequeña incisión al lado derecho de la cabeza, la menor continuó ingresada una semana más. Sin embargo, no le ha quedado ninguna secuela excepto la cicatriz. Su caso es tan excepcional que se ha presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía científica, en Jaén.
Sant Joan de Déu, pionero en cirugía cardiaca robótica en niños y jóvenes
Precisamente la semana pasada, el Hospital Sant Joan de Déu, junto con el Hospital Clínic, anunció que habían creado un centro de cardiopatías congénitas para ofrecer una atención conjunta y durante todas las etapas de la vida a los niños que nacen con una malformación en el corazón, unos 600 cada año en Catalunya. El objetivo es que estos pacientes vivan "más tiempo y mejor" aprovechando los constantes avances médicos. La alianza, por ejemplo, permitirá extender a la población infantil técnicas quirúrgicas, como la cirugía cardiaca robótica, que hasta ahora solo se aplicaban en adultos. Ya se han hecho dos operaciones de este tipo, las primeras del Estado, a una chica de 13 años y un chico de 15 con unos resultados excelentes porque la técnica es poco invasiva y la recuperación de los pacientes muy rápida.