El independentismo ha entrado en escena en la última jornada del juicio del caso Palau. El fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled ha señalado que la trama de expolio de la institución tenía detrás un círculo de personas que utilizaban el nacionalismo para llevar a cabo actividades deshonrosas en la administración. "Parece que la bandera justifica casi cualquier atropello con la cartera", ha contado el magistrado en la presentación de su informe.
El fiscal ha lamentado que la corrupción no se ha investigado hasta hace relativamente poco. "De unos años a esta parte, ¡todo el mundo a rasgarse las vestiduras! Pero las vestiduras se tenían que haber rasgado muchísimo antes", ha considerado el fiscal en su turno para presentar el informe, que ha dividido en tres partes: el expolio de Millet y Montull en su beneficio; la supuesta financiación ilegal de CDC, y los delitos contra la Hacienda de los exmandatarios del Palau.
Señala a la sociedad y a la administración
Ulled no se ha cortado y ha apuntado a un problema social y más concretamente de la administración catalana respecto la corrupción. En un primer momento, ha atacado duramente la administración del Palau. En este sentido, ha calificado los diez años de gestión del Palau por Millet y Montull (de 1999 a 2009) de "nefastos". No obstante, ha añadido que la gestión muestra una fotografía social y política concreta: "Y es una fotografía social demoledora".
Por ejemplo, ha aludido al "patético papel" de las administraciones públicas que debían controlar la institución, a Fèlix Millet y a Jordi Montull. Ulled ha subrayado que la administración no detectó las irregularidades de Millet y Montull, dejando entrever que las considera corresponsables. "No han sido capaces de ver nada", ha explicado sobre las "inusitadas de dinero que salían en forma de cheques de una institución pública".
Las ilegalidades en CDC
Sánchez Ulled ha aludido a las confesiones de Millet, Montull y de la hija de éste y entonces directora del Palau, Gemma Montull, que aseguraron en juicio que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) cobró comisiones de Ferrovial a través de la institución y que admitieron en parte el expolio del Palau, aunque no el supuesto fraude a Hacienda.
El fiscal ha dejado claro que las confesiones prueban la existencia de una trama. Para el fiscal, la validez de las pruebas presentadas en el juicio corroboran tanto el expolio como una financiación ilegal de CDC.