La Agencia Catalana del Consumo (ACC) ha abierto un expediente sancionador contra Renfe por la gestión de la avería de la R2 Sur en Gavà (Baix Llobregat), como ya había avanzado esta mañana el conseller de Territori, Juli Fernández, en una entrevista en Els Matins de TV3. El organismo regulador imputa a Renfe una infracción por prácticas comerciales desleales y por incumplimiento de las obligaciones de atención a los consumidores. La sanción puede implicar una multa de entre 100.001 y 1 millón de euros.
La ACC ha detectado falta de información a los usuarios afectados, en concreto "deficiencias de información en relación con las alteraciones del servicio, los horarios y los transportes o los puntos de atención al cliente cerrados". También venta de billetes con máquinas automáticas para trayectos suprimidos y trenes anunciados como directos o con paradas solo en algunas estaciones cuando en realidad se detenían en todas las estaciones. Se trata de infracciones tipificadas como "muy graves" por parte del organismo regulador, que hace una semana puso inspectores en varias estaciones para vigilar que Renfe informara correctamente de las incidencias.
Agravantes por "la alteración social"
En un comunicado, el organismo ha explicado que "la alteración social grave" provocada por la incidencia y la "posición prevalente" de Renfe como operador dominante en el sector se han considerado hechos "agravantes".
Una vez notificado el acuerdo de inicio del procedimiento sancionador, se abre un plazo para que la compañía pueda presentar alegaciones, antes de la resolución del expediente.
Inspectores de Consumo en las estaciones
Desde el inicio de las incidencias en el servicio de la R2 Sur, la Agencia Catalana del Consumo ha desplegado inspectores en las estaciones de Rodalies de Sants y Passeig de Gracia de Barcelona, en las estaciones de Tarragona, Reus y en l'Aldea-Amposta-Tortosa. El objetivo de las inspecciones, según ha explicado la entidad, era que Renfe cumpla las obligaciones de información a los consumidores y que tome medidas para minimizar las consecuencias de las incidencias.