Desde primera hora de la mañana, por los pasillos del subterráneo de la Audiencia Nacional, entre abogados defensores y familiares de Sandro Rosell y Joan Besolí tomaba fuerza la posibilidad de un anuncio sorpresa de la jueza que preside el juicio. Y lo ha hecho, pero a medias, comunicando nada más empezar que una vez escuche hoy a todos los acusados decidirá si los libera. "Buena señal", según fuentes de la defensa.
Es la respuesta del tribunal a la enésima petición de libertad, que formuló de nuevo ayer el abogado Pau Molins. Rosell i Besolí llevan 21 meses privados de libertad, des del 25 de mayo de 2017. El período máximo que puede prolongarse la prisión preventiva en España es de dos años —prorrogables a dos más solo en casos muy excepcionales como pueden ser los de presuntos terroristas. Quedan tres meses, pues, para que expire este plazo.
La defensa se muestra confiada de que la decisión que tome hoy la sala sea dejarles libres y señalan que la medida podría adoptarse no de forma inmediata sino una vez termine el juicio, a finales de marzo. En cualquier caso, eso significaría que en unas cinco semanas el expresidente azulgrana podría quedar libre hasta conocer la sentencia. Los abogados defensores apuntan que se abriría, en caso de condena, un periodo de alegaciones que podría alargarse hasta tres años más.
En menos de 24 horas, este miércoles por la mañana cuando se retome el juicio, la jueza comunicará la decisión definitiva. Algunos de los familiares presentes en la sala se habían hecho ilusiones con la posibilidad de conocer hoy el veredicto.