El patrón de Catalunya, Sant Jordi, es para muchos una festividad que invita a salir a la calle, a celebrar el inicio de la primavera y a compartir una jornada llena de libros y rosas que regalamos a todos aquellos a quienes más amamos. Al celebrarse a finales de abril, es común encontrarse en medio de todo el bullicio de gente que llena las calles y plazas de todos los municipios catalanes, aquellos autores y autoras que firman ejemplares entre pilas de libros y ramos de rosas de todos los colores posibles. Una tradición que viene de lejos, pero que muchos, no conocen del todo su origen, que lo relacionan con la leyenda que a todos nos han explicado en la escuela, sobre la princesa que fue rescatada por el joven caballero, de ser comida por el dragón de Montblanc.

Con el tiempo, la tradición ha adquirido tal relevancia, que el 23 de abril se ha acabado convirtiendo en una jornada que invita a reivindicar las tradiciones y la cultura catalana, de forma que muchos, reclaman y piden que esta, sea considerada Diada Nacional en sustitución del 11 de septiembre. Opiniones para todos los gustos, hay quien considera que sí, que sería fantástico y otros, en cambio, que se oponen, porque "ya está bien como está todo hasta el momento".

Parada de libros en Barcelona por Sant Jordi / Foto: Sergi Alcàzar

El origen de la tradición: por qué regalamos libros y rosas

A pesar de que la mayoría relacionan directamente el origen de Sant Jordi con la leyenda, los inicios de esta festividad se remontan al siglo XV, cuando en Barcelona, en el Palau de la Generalitat, se celebraba una feria donde abundaban las rosas que regalaban los chicos a sus jóvenes promesas. Con respecto al libro, en cambio, nos remontamos a los años veinte del siglo pasado, cuando se organizaba una fiesta para promover el libro en Catalunya. En un inicio, la fecha escogida fue el 7 de octubre de 1927, sin embargo, debido al éxito que reunió, se decidió trasladar al día del libro, que coincide con la muerte de Cervantes y Shakespeare.

La leyenda de Sant Jordi

Para los que el relato de la escuela os quede lejos o para los que queréis refrescar la memoria y recordar la historia del dragón, la princesa y el caballero que protagonizan la leyenda de Sant Jordi, a continuación os reproducimos la leyenda oficial, que resume de esta forma la Generalitat de Catalunya en su portal web: "La versión de la leyenda más popular en Catalunya explica que en Montblanc (Conca de Barberà) había un dragón terrible que causaba estragos a hombres y bestias. Para apaciguarlo, se escogía por sorteo una persona que era dada en sacrificio al monstruo. Un día la suerte señaló a la hija del rey, que habría muerto en manos de la fiera, si no hubiera sido por la aparición de un bello caballero que se enfrentó al dragón y lo mató. La tradición añade que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas".

La leyenda de Sant Jordi tiene como protagonistas el dragón, la princesa y el caballero / Diseño: Maria López Moya

Una leyenda con múltiples versiones, pero que todas coinciden con su final, cuando el caballero consigue rendir el dragón y como de este, de la sangre que derrama de la herida que le causa, nace el rosal con flores rojas que relacionamos todos con la jornada que celebramos cada 23 de abril.

¿Es Sant Jordi una festividad con fondo machista?

Aprovechando que salíamos a la calle, hemos querido preguntar a los ciudadanos si consideran que el fondo de esta festividad tiene algún componente machista. Las respuestas, como eran de esperar, para todos los gustos, encontrándonos a personas que creen que rotundamente no y otros, en cambio, que tienen una posición contraría. "No lo considero machista como tal, sino más bien sexista, con cierta fragilidad masculina para no poder recibir rosas, pero al final es una historia estereotipada, porque se tiene que salvar a la princesa..." el típico relato de los cuentos que todos conocemos. Otros, también lo consideran un poco machista por la simbología que adopta el día, excluyendo a las Jordines, a pesar de que la mayor parte de los testimonios encuestados, concluyen que, a día de hoy, Sant Jordi es una fiesta que cada uno celebra como quiere, regalando rosas o libros independientemente del sexo de cada persona.