La iglesia de Santa Anna de Barcelona, que desde el lunes día 16 abre por las noches para acoger a personas sin hogar que duermen en la calle, ha tenido que habilitar los bancos como camas para dar cabida a las 63 personas que esta pasada noche han acudido a buscar refugio a esta parroquia.
La iglesia, que decidió el lunes abrir sus puertas por la noche ante la ola de frío e instaló inicialmente 12 camas de campaña en su sala capitular, ha decidido prorrogar su iniciativa todo el invierno, aunque ahora necesita colchones, mantas, sacos de dormir, tetrabriks de caldo, leche, pan y embutidos para hacer bocadillos.
La monja Vicki Molins, instigadora de la iniciativa junto con el el párroco de la iglesia, Peio Sánchez, ha resaltado el "éxito" de la acción después de que el primer día acogiera a 12 personas, a 27 el segundo y esta noche a 63, algunas de ellas con perros.
Desborda las previsiones
La asistencia de personas sin techo, que prefieren dormir en la iglesia que en los albergues municipales habilitados, ha desbordado las previsiones de la parroquia, que es la primera de Barcelona que sigue las directrices del papa Francisco e instala un dormitorio de campaña en su sala de culto para personas sin hogar.
"Esta tercera noche ha sido impresionante, se han quedado a dormir 63 personas, pero ha habido un orden maravilloso, con un solo incidente, el de una persona que se ha puesto muy mal y ha venido una ambulancia y se la ha llevado. El resto ha pasado la noche con serenidad", ha relatado Molins. La monja teresiana ha hecho un llamamiento para disponer de más voluntarios "para hacer turnos de 3 horas, sobre todo de madrugada".
"También necesitamos sacos de dormir, colchones y esterillas. De cosas de comer, leche, tetrabriks de caldo para darles algo caliente, y pan y embutidos para hacer bocadillos porque la gente viene con hambre y es lo que necesitamos para cuando llegan a dormir o cuando se despiertan", ha explicado la monja.
Gestionar la situación
La religiosa ha avanzado que, ante la avalancha de personas sin techo que están recibiendo cada noche, se reunirán el próximo día 23 con el párroco y las entidades que les apoyan, como Arrels Fundació, para ver cómo gestionan a partir de ahora la situación.
"La solidaridad es inmensa porque viene mucha gente que quiere ayudar y a traernos cosas. La gente quiere hacer cosas y a veces no sabe adónde dirigirse", ha señalado Molins y ha informado de que hasta ahora unos 60 voluntarios colaboran por turnos para cubrir las 24 horas del día.
Molins ha explicado que ante la insuficiencia de las 18 camas de campaña instaladas hasta ahora, han tenido que juntar "dos bancos para hacer más camas, y encima ponemos un colchón o esterilla o el saco de dormir, y luego son ellos mismos los que lo recolocan para volver a poner en su sitio los bancos de la iglesia", que además de la cena también les ofrece el desayuno.
Éxito
El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, y su obispo auxiliar, Sebastià Taltavull, han respaldado la iniciativa, que también cuenta con el apoyo de la congregación de las Germanetes de l'Anyell, cuyas integrantes salen cada noche para ofrecer el cobijo de la iglesia a los 'sintecho'.
El director de Arrels Fundació, Ferran Busquets, ha señalado que el éxito de esta iniciativa demuestra "que hay que ampliar los recursos para personas sin hogar. Hacen falta albergues más cercanos al centro, que es donde viven más sintecho".
"Hay que buscar espacios muy próximos para que la gente lo tenga más fácil para ir", ha señalado Busquets, que ha indicado que los motivos que llevan a muchos sintecho a rechazar el ofrecimiento del ayuntamiento de ir a un centro de acogida público es la ubicación, lejos del centro, donde hacen vida buena parte de las personas que duermen en la calle.