"Es difícil describir qué produce y los movimientos concretos que hace el Satisfyer más allá de decir que me hace llegar al orgasmo en menos de dos minutos", detalla Marina. "Tiene una tecnología muy precisa, muy rápida y más potente que el cuerpo humano", explica Laia. "El efecto succionador es bastante diferente de cualquier otra estimulación de las que había conocido hasta ahora. Pero tampoco diría que el orgasmo sea más intenso o mejor. El proceso es divertido", comenta Sara. Marta, aunque asegura no haber sentido nada nuevo, insiste en que "a esta velocidad, es poco común conseguir orgasmos de manera manual a través de la masturbación o mediante el acto sexual".

Una vibración, unas sensaciones, una tecnología potente... sin embargo, ¿por qué tiene tanto éxito? Desde Platanomelón, la tienda online que ha puesto de moda el succionador de clítoris, aseguran que la gran acogida del Satisfyer es gracias "al hecho de proporcionar una sensación diferente a la de la vibración". Es un juguete sexual "innovador, potente, versátil –se puede utilizar bajo el agua– y es adecuado para casi todas las vulvas –aunque, al ser tan potente y eficaz, no se recomienda a personas que todavía no tienen experiencia sexual–". Ahora bien, insisten en que "lo que hace atractivo a un juguete erótico es que son capaces de generar sensaciones que con el cuerpo humano son muy difíciles de conseguir o imposibles. Además del efecto sorpresa que provocan los modos de vibración o de succión en este caso".

Imagen del Satisfyer Pro 2 Next Generation / Wikipedia

"El éxito del Satisfyer es innegable", comenta la psicóloga y sexóloga del Instituto Madrid de Sexología Paula González. "Ha contribuido a este hecho que muchas influencers e instagramers hablen de ello en sus redes sociales", y añade que "la marca promete orgasmos fáciles de conseguir y de manera rápida, hecho que ha gustado mucho a las usuarias, que lo han recomendado a otras". Y otro de los motivos que según González también ha ayudado a conocer el succionador de clítoris es que resulta "novedoso" porque es "diferente a otro tipo de juguetes que hasta ahora había en el mercado".

Preguntada precisamente por esta cuestión, Laia insiste en que es porque "es un juguete que se centra en el placer del clítoris, a través del cual la mayoría de mujeres llegamos al orgasmo. Hasta ahora, todos los juguetes sexuales femeninos tenían forma de pene, el típico consolador. Es cierto que había 'balas' vibradoras y demás, pero se vendían como un acompañamiento al sexo con pareja y no como una herramienta de masturbación femenina". En esta misma línea, Sara también subraya que el "juguete se enfoca en el clítoris, que succiona además de vibrar". "No tiene forma fálica, no imita la anatomía genital de un hombre, sino que se centra en estimular el clítoris, y deja de lado la vagina", matiza.

El tabú de la masturbación femenina

"Parece que las mujeres no tengamos permiso para masturbarnos, como si fuera una cosa mal hecha, una cosa que tenemos que esconder que hacemos", comenta Marina. Lo que dice, sin embargo, no es una sensación aislada. "Todavía hay estereotipos en torno al sexo, la masturbación o el placer en general", detalla una de las sexólogas del equipo Platanomelón, Monica Branni. "Venimos de una cultura represiva y la única educación sexual que recibimos tiene como finalidad prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados; en ningún momento se habla de placer, autoconocimiento y autoestima sexual". Por este motivo, subraya que hay "mucho desconocimiento sobre nuestro potencial erótico. En el caso de las personas con vulva es evidente, al no saber cómo funciona nuestro cuerpo es complicado disfrutar y saber comunicarle a nuestra pareja qué nos gusta y qué no". Por este motivo, resalta que en torno a un 65% de las personas con vulva llegan al orgasmo, ante el 95% de personas con pene. "Además, el 60% de las personas con vulva han fingido orgasmos, como mínimo una vez en su vida", expone Branni.

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"Hablar de masturbación siempre ha sido un tema un poco censurado. Es normal que haya tabú porque durante mucho tiempo se ha visto como una cosa negativa o mala", detalla el director clínico del Instituto Madrid de Sexología, Héctor Galván Flórez. "Cada vez hay más apertura sobre el tema, tanto en hombres como en mujeres. Y el Satisfyer ha abierto una ventana con respecto a la masturbación femenina para hablar, explicar experiencias, romper tabúes y miedos sobre juguetes eróticos".

¿Producto estrella de estas Navidades?

En estos últimos meses, desde Platanomelón explican que han notado un incremento importante, no sólo en succionadores de clítoris sino en todos sus productos. E incluso, una avalancha de preguntas para saber cuándo les llegaría su pedido. De hecho, ya es habitual que el producto se encuentre en "preventa". "Es cierto que muchas personas aprovecharon tanto el Black Friday como el Cyber Monday para comprar regalos de Navidad, tanto para ellas mismas o para regalar".

Así, preguntados por el aumento de ventas, subrayan que este ha sido progresivo "hasta consolidarse como uno de los juguetes preferidos de este último año", comenta la directora de marketing Kimi Yamada. "A partir del 2018, las ventas de este juguete crecieron de manera acelerada, incluso doblando su valor". Y argumenta que una de las claves del éxito podría ser haber mejorado la versión. El nuevo funciona con batería, es sumergible y tiene más potencia. Además, explica que la familia de succionadores ha ido creciendo con diferentes versiones, como, por ejemplo, una extensión que estimula el punto G o modelos que combinan la succión con la vibración.

La revolución del Satisfyer

"El Satisfyer ha aparecido en plena revolución feminista donde la mujer busca el empoderamiento dentro de la sociedad heteropatriarcal", responde Laia. Y es que el succionador de clítoris ha tenido y está teniendo un papel importante a la hora de visibilizar la masturbación femenina. "Tiene una tecnología nueva, que se diferencia de las vibraciones tradicionales proporcionando ondas expansivas en torno al clítoris. Es un juguete que le da protagonismo a la zona erógena fundamental de los genitales 'femeninos' que, históricamente, ha sido invisibilizada –hasta hace unos años no se presentaba ni siquiera en los libros de anatomía–", especifica Branni.

Además, insiste que una de las razones por las que se ha viralizado tanto es también el encaje del contexto sociocultural: "Constantemente buscamos rapidez e inmediatez".

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Adictos al succionador

"Las primeras veces que lo utilicé pensé que no era para tanto", explica Marina. "Alguna cosa no iba bien. No podía ser que mi sensación fuera tan 'normal' cuando mis amigas me habían dicho que era la bomba. Y, ahora, cada vez me gusta más", describe.

"Igual que cualquier cosa que nos genera placer, se pueden generar algunos comportamientos adictivos", explican desde Platanomelón. "Con Netflix, con el chocolate, el deporte". "Generalmente, tendemos a repetir aquellas acciones que nos producen placer, y cuanto más inmediato, mejor", y añade que "si sumamos el desconocimiento del cuerpo y escasas habilidades de comunicación sexual con la pareja, es fácil que se tome el succionador como referente para el orgasmo".

De esta manera, comentan que "hay que saberlo utilizar con moderación, saberse poner límites para que no interfiera en la vida personal y de pareja, y, sobre todo, resolver aquellas cuestiones que dificultan nuestro disfrute". A pesar de todo, remarcan que un juguete sexual "no sustituirá nunca el contacto con otra persona".