El sector de la estética ha reabierto mayoritariamente este sábado. La presidenta del Gremio Artesano de Estética y Belleza de Catalunya, Rosa Perdices, celebra que el Gobierno rectifique, ya que el cierre los afectaba gravemente.
"Hemos estado luchando muchísimo para explicar cuál es el trabajo realmente, que no hay un riesgo de contagio y que podíamos abrir perfectamente. Finalmente nos han entendido", afirma. Según Perdices, las clientes han recibido "con mucho entusiasmo" la noticia de la reapertura. De hecho, los sorprendió mucho que otros sectores como la peluquería hayan seguido funcionando y la estética no.
Hemos asistido a la reunión con el Gremio Artesano de Estética y Belleza de Catalunya @UEICERCLEM y @angelschacon.
— Economía y Trabajo Partido Demócrata (@Economia_PD) November 10, 2020
Han explicado su situación así como la necesidad de que se reconsidere que sus centros sigan cerrados ya que son sitios seguros y cumplen los protocolos establecidos pic.twitter.com/QQ0NwzfuZy
En una línea similar se expresa Núria Soteras, propietaria del centro Backstage de Barcelona, que ofrece tanto servicio de peluquería como de estética. Según comenta, el anuncio del Gobierno las cogió "por sorpresa" pero también reconoce que "se estaban moviendo mucho" para que se escuchara "la realidad" de su trabajo. Perdices y Soteras coinciden en destacar el bajo riesgo de contagio y los esfuerzos económicos y de organización que se han hecho desde los centros para adaptar los protocolos, por ejemplo comprando epis. "No entendíamos nada", dice Soteras, que remarca que la estética en el resto del Estado no ha tenido que cerrar en la segunda ola.
La estética también puede ser esencial
La propietaria del Backstage defiende que el sector de la estética es también "bienestar y salud" y por eso remarca que su trabajo se tendría que considerar esencial. En el caso de su centro, por ejemplo, están especializados en estética oncológica y ofrecen tratamientos orientados a paliar los efectos secundarios de la quimioterapia en la piel. Más allá de eso, sin embargo, argumenta que cualquier tratamiento "crea un bienestar, que psicológicamente también es muy importante."
Rosa Perdices, que trabaja en el centro de estética Rosa Torrent de Lleida, asegura que al conocer la noticia que podrían reabrir a partir del sábado se pusieron "enseguida" a organizar la jornada. "Teníamos lista de espera. Muchas clientes nos preguntaban cuándo nos dejaban abrir. Las clientes nos decían: 'Pero ¿cómo os han cerrado'?", recuerda.
Por su parte, Soteras explica que viernes, solo conocer la noticia, empezó a llenar la agenda con las primeras clientas, personas que habían tenido que parar un tratamiento precisamente por el cierre. "Como ya teníamos la experiencia de la otra vez, que nos avisaron de un día para el otro, nos preparamos", apunta.
Perdices, como presidenta del gremio, indica que la mayoría de centros que habitualmente abren el sábado lo han hecho. De otros, que no trabajan, han abierto hoy para hacer horas o ya han programado citas para el lunes y para llenar la próxima semana. "La mayoría han abierto, algunos se dedicarán hoy a organizarse, pero mayoritariamente hemos abierto hoy", señala.
Muchos centros han tenido que cerrar definitivamente
Perdices añade, sin embargo, que hay centros que ya no volverán a abrir porque se han visto gravemente afectados por el cierre, a Lleida ya van tres. Además, el paro económico en otros sectores como la restauración o las grandes celebraciones de bodas o de otro tipo también se nota en el sector de la estética, que se ve perjudicado.
"Es muy difícil continuar, hay compañeras que han dicho que no vuelven a abrir las puertas", lamenta. Al gremio, explica, han recibido muchas llamadas de centros con problemas económicos. "Animo a todo el mundo a tratar de mantenerse, pero había unos desánimos muy importantes", dice.