El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Carlos Arrazola, ha declarado el final de la situación excepcional por sequía extraordinaria a la unidad territorial UTE 12A, que corresponde a la cuenca del Segre. Han pasado 11 meses desde que se declaró esta situación de emergencia. Ahora bien, los indicadores de marzo —con un notable aumento de las precipitaciones que han caído durante las últimas semanas— indican que el Segre ya no se encuentra en sequía prolongada. No obstante, la CHE mantiene el indicador de escasez en alerta, y por eso recomienda "prudencia" en la actual campaña de 2024. El volumen del sistema Oliana-Rialb se encuentra en 207 hectómetros cúbicos, situación de alerta; mientras tanto, el del sistema Noguera Pallaresa, con 368 hectómetros cúbicos, se encuentra en situación de prealerta, según informa la ACN.
A partir de los datos de los indicadores de sequía de marzo de 2023, la CHE declaró el 27 de abril del año pasado la situación excepcional por sequía extraordinaria en la cuenca del Segre. La entonces presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, afirmó que el sistema Oliana-Rialb se encontraba en una situación mucho peor que el resto de cuencas del Ebro, y que la declaración permitiría tramitar ayudas a las administraciones públicas y "más cobertura jurídica" para aplicar medidas más restrictivas en caso de que fuera necesario. También en aquel momento, se acordó el cierre del canal de Urgell, que principalmente capta el agua de este sistema, y durante la campaña solo se pudieron hacer riegos puntuales en los árboles frutales para ahorrar agua para este año. A pesar de la situación crítica, pudo salvarse la campaña.
Ahora la situación ha cambiado y las lluvias de marzo también han contribuido a poner punto y final a esta declaración. Las aportaciones del Segre al sistema Oliana-Rialb han sido de 37,5 hectómetros cúbicos en la última quincena, y desde el 1 de octubre de 215,5 hectómetros (la media de los últimos 5 años es de 290,9 hectómetros cúbicos). Contrasta la reserva de nieve, muy inferior a la media, ya que se encuentra en 71,7 hectómetros cúbicos (167 hectómetros los últimos 5 años).
Con esta declaración, ya no hay ninguna unidad territorial de la cuenca del Ebro en situación excepcional por sequía extraordinaria a raíz de la sequía de 2023. No obstante, desde la CHE se recomienda a los usuarios "prudencia" a la hora de planificar la campaña de este 2024. Además, recuerda que hay algunas "pequeñas cuencas" que todavía no han salido de la situación de escasez "severa", como son la del Siurana, y la del río Huerva, en Aragón.