El posible traslado del Centro Penitenciario de Ponent, en Lleida, que ya hace años que presenta problemas estructurales, se estudia de nuevo para poder hacerse efectivo. El conseller de Justicia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler, ha visitado los equipamientos penitenciarios este miércoles y ha informado de que la pretensión de desplazar las instalaciones no supondrá el paro de las obras de mejora previstas en la segunda prisión más antigua de Catalunya. Espadaler ha afirmado que el Gobierno mantendrá el plan de inversiones para mejorar la calidad de vida de los internos, destacando la reforma integral de la cocina y otros equipamientos esenciales del centro. "Daremos continuidad a todo lo que era el plan de inversiones con la mejora absolutamente necesaria del espacio de la cocina y otros equipamientos del Centro Penitenciario Ponent. No dejaremos de hacer ni un solo euro de inversión de los que estaban previstos para mejorar la calidad de vida de los internos, pero en paralelo empezamos a estudiar el traslado del centro penitenciario", ha declarado el conseller.
Durante la visita, Espadaler ha recorrido varios espacios del centro, como los módulos de vida ordinaria, el Departamento de Atención Especializada (DAE) y el módulo de mujeres. También ha conocido las aulas de formación gestionadas por el Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE), la empresa pública encargada de la formación ocupacional y la inserción laboral de los internos. Además, el conseller se ha reunido con el equipo directivo para conocer de primera mano el proyecto del establecimiento. En las declaraciones posteriores a la visita, Espadaler ha reconocido las "reclamaciones de los trabajadores" y ha subrayado la voluntad de mejora con los recursos disponibles y según la planificación establecida, así como ha hecho valer la tarea del equipo directivo y de los profesionales por su trabajo diario en la reinserción de las personas internas y para favorecer la convivencia y la seguridad en el centro.
Una prisión obsoleta y un problema que se arrastra
El Centro Penitenciario de Ponent se empezó a construir hace 75 años. La penitenciaría actual es fruto de una anexión de inicios de los noventa entre las antiguas prisiones Lleida-1 y Lleida-2, construidas en 1954 y en 1984 respectivamente. La primera es de construcción radial (como los clásicos panópticos) y la segunda es un edificio modular (formado por unidades prefabricadas). La prisión tiene una superficie de 30.436 m² y se encuentra dentro del núcleo urbano de Lleida, hecho relevante porque es una de las únicas de Catalunya que todavía presenta esta condición. Tiene una capacidad para 1.059 internos, principalmente hombres, aunque también dispone de un módulo para mujeres, e incluye 353 celdas residenciales y 131 celdas singulares, además de unidades de enfermería, régimen cerrado y de ingresos. Con los años, el edificio ha acumulado deficiencias importantes por su antigüedad y el uso intensivo, como problemas estructurales, plagas y falta de equipamientos modernos en las celdas, hecho que ha motivado la demanda de reformas, así como del traslado del centro fuera de la trama urbana de la capital del Segrià.
Las demandas de los leridanos y de los trabajadores hace años que perduran. En el 2006, el gobierno del tripartito presidido por José Montilla compró unos terrenos al lado de la autovía por Tàrrega para construir una nueva prisión, pero el proyecto se aparcó y más tarde se descartó. Entonces, la antecesora de la consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Lourdes Ciuró, ya reconoció que el Centro Penitenciario Ponent era de los más viejos y en más mal estado de Catalunya y que era una "prioridad" para el departamento abordar esta mejora. Sin embargo, el pasado gobierno de Pere Aragonès también abordó la cuestión de las dependencias para Ponent, Pirineu y Aran, pero volvió a quedar en nada. En esta ocasión, ya se pidieron informes técnicos sobre la disponibilidad de los terrenos del Ayuntamiento de Lleida y el Departamento de Justicia también evaluó si se hacía el traslado (estimado en 120 millones de euros en aquel momento) o si se hacía una reforma de las instalaciones existentes.
Más de 13,2 millones de euros en mejoras
El Departamento de Justicia y Calidad Democrática ha destinado más de 13,2 millones de euros a obras de mejora en el centro durante el periodo 2025-2026. Entre las principales actuaciones destaca la rehabilitación integral de la cocina, que incluye la renovación total de los menajes, la creación de una nueva red de saneamiento y la instalación de un separador de grasas. Desde el 2019, se han realizado numerosas inversiones tanto en el Centro Penitenciario de Ponent como en el Centro Abierto, como por ejemplo las renovaciones de la red de climatización, sistemas eléctricos, seguridad, megafonía, reparación de celdas, impermeabilización de cubiertas, sustitución de puertas e interfonos, etc. La inversión total ejecutada y prevista hasta el 2026 asciende a 16,16 millones de euros. Ahora, el nuevo gobierno plantea por enésima vez la posibilidad de trasladar la prisión fuera de la trama urbana de Lleida, siguiendo la línea del resto de centros penitenciarios de Catalunya como el de la prisión Modelo, que cerró, entre otros, por esta razón. No obstante, Ramon Espadaler insiste en que las reformas previstas no quedarán atrás.