Cambios en el currículum. Las Pruebas de Acceso en la Universidad (PAU) de este año son las últimas que preguntarán a todos los alumnos sobre las lecturas obligatorias que durante tanto tiempo habían sido protagonistas en los exámenes. Un documento difundido por el Consejo Interuniversitario de Catalunya (CIC) a las direcciones de los institutos anuncia que este mismo órgano junto con el Departamento de Educación han acordado que a partir de la convocatoria de la selectividad del próximo año "ya no habrá lecturas obligatorias" en las materias comunes de Lengua Catalana y Literatura y Lengua Castellana y Literatura. Así, las preguntas sobre el contenido de los libros solo se mantendrán para los alumnos que cursen las materias de modalidad que son Literatura Castellana y Literatura Catalana.
Hasta ahora, todos los estudiantes de bachillerato —tanto los de la rama de ciencia, tecnología, humanidades y social— habían tenido que afrontar preguntas sobre las lecturas obligatorias a los exámenes de selectividad. En los últimos años, estas habían sido La plaça del Diamant, de Mercè Rodoreda, y Aigües encantades, de Joan Puig i Ferreter, para la asignatura de catalán; para la materia de castellano, habían tocado Nada, de Carmen Laforet, y La fundación, de Antonio Buero Vallejo. Ahora bien, a partir del próximo año las lecturas obligatorias solo se mantendrán para aquellos alumnos que cursan específicamente Literatura Catalana y Literatura Castellana. El documento incluye una lista de obras que son susceptibles de aparecer a las PAU de 2025, si bien se expresa también que "sobre el modelo actual de la prueba se revisarán aquellos aspectos que la puedan mejorar de acuerdo con la dimensión competencial del currículum".
En lugar de interrogar a todos los alumnos sobre estas obras, la próxima selectividad prevé que en el bloque correspondiente a literatura "se propondrán dos opciones con breves textos en torno a los cuales se harán preguntas de educación literaria que, de acuerdo con la orientación del currículum, estarán centradas en aspectos temáticos (tomando como base los tópicos literarios) de género literario, recursos literarios, etc., según especifica el documento enviado a los centros. Fuentes del Departamento de Educación consultadas por ElNacional.cat argumentan que "con el nuevo currículum competencial, cada centro trabajará la educación literaria con las lecturas que considere", mientras que la Conselleria proveerá un listado de propuestas. Por lo tanto, afirman que "no habrá una lista de lecturas concretas obligatorias, pero el alumnado de bachillerato tendrá que hacer varias lecturas para consolidar las competencias y los saberes necesarios, a propuesta del centro". "La lectura en Bachillerato sigue siendo obligatoria, tanto en las materias comunes como en las de modalidad", concluyen.
Críticas por eliminar las lecturas obligatorias
La decisión ha generado varias críticas sonadas de diferentes sectores de la sociedad, desde filólogos y profesores hasta alumnos. En las redes sociales, numerosas personas han puesto el grito el cielo por el hecho de eliminar las lecturas obligatorias de los exámenes de todos los alumnos.