El SEM hace cada día centenares de servicios. La mayoría son casos fáciles de resolver que acaban bien. Hay una parte, sin embargo, de muy graves. Es el caso de Jordi Santamaria. Un diseñador de 47 años de Tiana, que el mes de octubre pasado tuvo una disección de la arteria aorta mientras trabajaba en su casa.
El diagnóstico en estos casos acostumbra a ser mortal. Pocas veces encuentran al paciente con vida y muy pocos salen adelante de la operación, complicada, donde se saca toda la sangre del cuerpo, se reconstruye la arteria aorta y después se vuelve a bombardear la sangre. La madre de Jordi murió en este punto de la operación cuatro años antes.
La combinación de la rapidez en el diagnóstico y estabilización del equipo del 061, el hecho que el equipo quirúrgico del Hospital Trias y Pujol estuviera a punto para entrar en quirófano y la buena mano de todos los médicos que intervienen en la cadena, hace que Jordi sobreviva y que haga de su caso, un caso excepcional.
El caso de Jordi es, también, un caso de éxito del SEM.
"La muerte está muy cerca"
El cinco de octubre del 2016, Jordi tuvo un dolor muy fuerte en el pecho y en pocos minutos intuyó que el diagnóstico podía ser el mismo que el de su madre: disección en la arteria aorta.
La llamada al 112 sólo dos minutos después del dolor en el pecho fue determinante para salvarle la vida. El SEM llegó en 12 minutos a su casa. Hicieron el diagnóstico y lo estabilizaron para trasladarlo al Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Dos ambulancias, una de ellas medicalizada, despliegan todos los recursos en el estudio donde Jordi desarrolla cada día su creatividad como diseñador. Y allí mismo hacen dos escáneres que ayudan a determinar qué le pasa.
Desde la misma unidad del SEM se avisó a Can Ruti, donde se preparó el quirófano y sólo dos horas después de la disección de aorta, Jordi entraba en la sala de operaciones.
Después de unos días en la UCI y de la recuperación en planta, Jordi volvió a casa 15 días después sin secuelas. La falta de riego sanguíneo en el cerebro provoca graves efectos, que en el caso de Jordi se paliaron por la rapidez, primero, del equipo del SEM y después, por la eficiencia del equipo quirúrgico.
"El dolor se convirtió en pena. ¿Qué me está pasando?"
Cuatro meses después Jordi y el equipo del SEM que lo atendió en su casa se encuentran en la base que el Sistema d'Emergències Mèdiques tiene en Can Ruti.
El encuentro deriva en una conversación entre paciente y equipo médico, donde se intercambian la experiencia vivida desde uno y otro lado.
"Tuvimos suerte de encontrarlo vivo"
Jordi ha tenido una recuperación exprés. Poco habitual también en estos casos, de disección de aorta, donde el 90% de los pacientes no sobreviven. La intervención del SEM y la coordinación con el equipo médico de Can Ruti, en este caso, fue crucial.
"La gente piensa que las ambulancias tienen que ir a toda pastilla. Y no es verdad"
La conducción de la ambulancia es clave, también en casos como éste. Y a la inversa de lo que se acostumbra a creer, a pesar de la urgencia, no corren para llegar antes a su sitio. Sino que la prioridad es no perder la estabilidad del paciente.
"Habéis salvado una vida. ¿Cómo os sentís?"
La mayoría de enfermos que salen adelante de una emergencia de estas características, si tienen a alguien en la cabeza son a los médicos del hospital que les han atendido. Pocos recuerdan los primeros auxilios del SEM, y los médicos y enfermeras del 061 reciben poco el feedback de sus pacientes fugaces.
El caso de Jordi, sin embargo, también es diferente en este sentido. Y el encuentro sirve para que el equipo del SEM sepa qué pasa en el otro lado cuando ellos intervienen. "Habéis salvado una vida. ¿Cómo os sentís?", los corta Jordi en medio de la conversación.
"Esto es un regalo"
"En dos segundos te vas de aquí", dice Jordi al equipo del SEM que lo atendió. Y acaba con un sentido: "Esto es un regalo".