El paso de la borrasca Juliette por Catalunya no dejó las precipitaciones deseables en las cabeceras de los ríos para mitigar los efectos de la sequía y las nevadas que dejó en el litoral no han tenido un impacto relevante en las reservas.
Una semana después del temporal, los embalses no solo no han aumentado sus reservas, sino que seguido bajando. La débil lluvia prevista para estos días no compensará las necesidades existentes y la perspectiva de más precipitaciones se aleja mientras algunas predicciones indican que 2023 puede ser el más caluroso de la historia con la llegada del fenómeno de ‘El Niño’.
Los datos actualizados a día de hoy indican que el volumen de agua embalsada en las cuencas internas es de 190,7 hectómetros cúbicos (hm3), lo que supone que los pantanos están al 27% de su capacidad: casi un punto menos que la semana anterior. El año pasado, clasificado como muy seco, los embalses estaban al 53% por estas mismas fechas. Si se observa la media de la última década deberían estar al 73%.
El caso del pantano de Sau es especialmente grave. Sus reservas, de las que se abastece en buena parte la capital y la gran región metropolitana de Barcelona, han descendido más de dos puntos hasta situarse en el 11,84%. Hay que recordar que por debajo del 10% el aprovechamiento de las aguas se hace inviable debido a las altas concentraciones de sedimentos.
El embalse de Susqueda, contiguo a éste, algo mayor y hacia el que se están trasvasando las escasas existencias del anterior, también registra una situación preocupante. Con 87 hm3 de agua almacenada, Susqueda se encuentra al 37,34% de su capacidad, cuando el año pasado estaba al 60% y la media en esta época es del 74%.
Las predicciones meteorológicas para los próximos días e incluso semanas en Cataluña no apuntan a un aumento de precipitaciones respecto a la media. Ante este escenario, algunos expertos indican que los esfuerzos deberían concentrarse ahora en contener la demanda y echar mano de todos los recursos disponibles para incorporar otras fuentes al ciclo de abastecimiento urbano, como las desalinizadoras y plantas de agua regenerada, e incluso algunos llegan a hablar de buques cisterna.