La falta de lluvias está frenando los nacimientos de tortuga mediterránea en el Centro de Reproducción del Albera (CRT), en Garriguella (Alto Empordà). Según ha explicado el técnico del centro, Andreu Cufí, este año han nacido menos de un centenar, cuando habitualmente nacen entre 300 y 400. "Ya estamos en octubre y durante septiembre tendría que haber nacido el gran grueso", ha detallado. En este sentido, ha indicado que el clima tiene una gran incidencia en esta especie porque necesita que la tierra esté húmeda para poder salir al exterior y, al mismo tiempo, alimentarse de los primeros brotes de hierba que dejan las precipitaciones. Otra de las hipótesis que podría explicar el descenso, sin embargo, es que las hembras hayan hecho menos postas porque no encuentran las condiciones idóneas.

Falta de lluvias

La sequía que marcó en el 2023 provocó el adelantamiento del nacimiento y provocó la muerte de algunos ejemplares, que se quedaron secos en el interior de los huevos. Sin embargo, la falta de lluvias está dejando un nuevo escenario: el descenso de los nacimientos. Andreu Cufí ha detallado que, de momento, este han nacido la mitad de las habituales. "Sumado con todo lo que pasó el año pasado y que este año no llueve mucho, provoca que cada vez críen menos", ha añadido. Además, desde el centro creen que el hecho de que haya poco alimento y que las condiciones no sean las óptimas puede haber propiciado que las tortugas hagan menos postas. De hecho, el centro tiene un centenar de tortugas de esta especie. De este centenar, una setentena son hembras, que pueden llegar a hacer dos postas de entre 3 y 5 huevos cada vez.

"Quizás ya, de forma natural, están detectando de alguna manera que estamos en un proceso muy seco, y ellas mismas, quizás se inhiben un poco a la hora de hacer las postas. Ven: no tenemos recursos, no tenemos comer, no tenemos donde beber, no tenemos las condiciones adecuadas para hacer los nidos, quizás, este año no hago dos, sino una de tres o de cuatro huevos", ha explicado Cufí. Otra de las opciones que plantean desde el centro es que algunos de los ejemplares se hayan quedado dentro del huevo esperando un escenario más idóneo. Cuando hace tres meses, que está bajo el suelo, ya está completamente formada, tiene un líquido dentro del huevo, que es el que lo alimenta. Como ve que no hay bastante humedad y la tierra está dura para romper el huevo, algunas deciden quedarse", ha explicado.

Según ha explicado el técnico del centro, las condiciones idóneas para salir del huevo es una tierra húmeda provocada por un "buen chaparrón" de entre 30 y 40 litros. "La tierra se vuelve más tierna y la pueden romper fácilmente porque, al fin y al cabo, tienen unas uñas diminutas y tienen que ir rascando poco a poco para salir en la superficie", ha remarcado Cufí. Estas lluvias habitualmente se producían en agosto o durante el mes de septiembre, y facilitaban el nacimiento, a la vez que crecían los primeros brotes tiernos de los cuales después ellas se alimentan. "Claro, estas condiciones no se han dado", ha lamentado Cufí. "Ha habido algunos chaparrones, pero no han sido suficientes".

La temperatura determina el sexo de las tortugas

La sequía no solo ha afectado a los nacimientos, sino que también afecta el periodo de hibernación de esta especie. "En principio no tendría que tardar, pero claro está, también llevamos una época que no sabemos cuándo llega el frío de verdad y, a veces, estamos en pleno noviembre y las tortugas todavía están muy activas". El técnico, además, cree que todos estos cambios "han venido para quedarse", aunque también es posible que sean cíclicos. "El cambio climático ya es eso: periodos de sequía extrema y pequeños episodios de mucha precipitación", ha añadido. La temperatura es muy importante para|por esta especie, tanto que incluso determina, el sexo. Cuando la temperatura durante la incubación es inferior a los 32 grados, se formarán machos, mientras que si es superior, serán hembras. Por eso, si la temperatura sigue aumentando, podría provocar en los próximos años un aumento de hembras entre los nuevos nacimientos.

Desde el Centro, además, remarcan que los cambios que está experimentando esta especie no están aislados. "Hay algunas especies de tortugas exóticas que ya prácticamente ni hibernan. Las acuáticas, típicas de Florida, llegan el mes de enero y febrero y están tomando el sol tan tranquilamente en las bases que tenemos", explica Cufí.