La han bautizado como "la servilleta más famosa del mundo", un eslogan que describe el trozo de papel con el que el Barça fichó a Leo Messi, el mejor jugador de la historia del fútbol, cuándo solo tenía 13 años y, por extensión, se puede considerar como uno de los documentos más importantes de la historia del deporte más popular del mundo y de uno de sus clubs de referencia. El manuscrito será subastado a través de la prestigiosa casa Bonhams en formato online, entre el 18 y el 27 de marzo, pero antes se podrá ver en directo expuesto en Nueva York, París y Londres. El precio de salida es de 380.000 dólares (unos 350.000 euros), con una estimación de poder llegar a los 580.000 euros, y cualquier persona podrá pujar para poder quedarse en propiedad la mítica servilleta, un objeto que no tiene ningún valor material, pero su significado va mucho más allá, porque es un objeto único que explica cómo un jugador cambió la historia de un club que el próximo año cumplirá 125 años de historia. El documento se lo quedó quien fue el primer representante de Leo Messi, Horacio Gaggioli, uno de los firmantes de la servilleta, junto con Carles Rexach, que en aquel momento era secretario técnico del club azulgrana, y el propio Leo Messi, que todavía era menor de edad.

Ocho líneas escritas en bolígrafo azul

El FC Barcelona no sería lo que es sin figuras como Johan Cruyff o Leo Messi, pero esta servilleta, que solo contiene ocho líneas escritas con un bolígrafo azul por Carles Rexach en el bar de la Reial Societat de Tennis Pompeia, que presidía el representante futbolístico Josep Maria Minguella, testigo de la reunión, es única. "En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio, Carles Rexach, director deportivo del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de cualquier opinión en contra, a fichar al jugador Lionel Messi, siempre que nos mantengamos en las cantidades acordadas", decía el texto de la servilleta escrito por Charly Rexach el 14 de diciembre del año 2000.

 

 

"Messi había llegado a Barcelona en septiembre de 2000 para hacer pruebas en el Barcelona, pero se tuvo que esperar hasta mediados de diciembre para llegar a un acuerdo entre la familia Messi y el Barcelona", ha explicado Ian Ehling, director de libros y manuscritos de Bonhams Nova York. "No había papel disponible, de manera que esta servilleta de papel representa el primer contrato informal", añadió el portavoz de la casa de subastas. La historia, sin embargo, no fue exactamente así. En aquella servilleta, Rexach asumía la responsabilidad de fichar a Leo Messi en contra de la opinión de algunos directivos y técnicos de la época, que no veían claro invertir dinero en un jugador de solo 13 años, pequeño y canijo, que necesitaba pincharse inyecciones de hormonas de crecimiento que no podía pagar y cuyo coste asumió el club azulgrana cuando lo fichó.

Josep Maria Minguella fue quien descubrió al jugador y quien llevó a la familia a Barcelona, que se hospedaba en el hotel Plaza Espanya. En los primeros entrenamientos, el pequeño Leo ya dio muestras de que era un jugador diferente, pero en el fútbol base no se ponían de acuerdo, pasaban los días y el club no se decidía a ficharlo. Hasta que Minguella pensó en la intervención de Carles Rexach, montó un partido para que el director deportivo lo pudiera ver en acción, y una vez se convenció de que aquel jugador tenía que vestir de azulgrana, para tranquilizar al padre Messi, Jorge, escribió a mano en una servilleta aquel primer contrato informal que significó un antes y un después en la historia del club y en la del propio jugador.

¿Podrían el Barça y Messi pujar?

La servilleta es una reliquia que no tiene precio para el FC Barcelona, por su valor histórico y sentimental. Aunque no está previsto que participe en la subasta, en el club no se descarta -y al mismo tiempo se desea- que quien se haga con la servilleta la pueda ceder para que esté expuesta en el museo del club, un museo que es el más visitado de Catalunya, que supone una gran fuente de ingresos en la explotación del estadio, y que cuando esté hecho el nuevo Camp Nou todavía ganará mucho más en metros cuadrados y espectacularidad. Tener la servilleta de Messi en sus vitrinas sería un reclamo de gran valor. La situación económica del club no es la más adecuada en estos momentos, pero sin duda sería una inversión totalmente amortizable, sin contar con los valores intangibles de lo que sería uno de los documentos más valiosos de su historia. Además, ha desaparecido uno de los grandes obstáculos por los que la servilleta no podía estar en el museo del club mientras Leo Messi fuera jugador azulgrana. Y es que Horacio Gaggioli es considerado como una persona non grata para la familia Messi y no es probable que pague un dinero que pueda acabar en el bolsillo del agente de jugadores argentino. Así pues, ¿Messi podría comprar la servilleta? Por dinero no será, eso seguro, pero otra cosa es que Messi  pueda tener un licitador en la sombra...

La familia Messi no reconoce la servilleta

Gaggioli tuvo la servilleta guardada en una caja fuerte durante años y en el pasado intentó que fuera el club quien comprara el documento para exponerlo en el museo. "Creo que tendría que estar en el museo, en un lugar preferencial al lado de las pelotas de oro de Messi, ya que este papelito es el que le cambió la historia contemporánea al club", reconoció el agente argentino en una entrevista en Infobae en 2018. Las conversaciones no prosperaron porque en aquellos momentos Messi era jugador del FC Barcelona y en el club el tema de la servilleta siempre ha sido 'tabú' (incluso se elude este tema en los relatos oficiales de la historia del club) porque la familia Messi se negaba a darle ningún valor a la servilleta, que en buena parte reconocía que Gaggioli había sido el representante de Messi, en contra de lo que sostiene a la familia, que solo reconoce en este rol a Jorge Messi. Si el Barça hubiera comprado la servilleta, habría tenido un verdadero problema con Messi y su entorno. Ahora, sin embargo, Messi ya no juega en el Barça, y quizás la historia cambie. Habrá que estar atentos a la subasta del próximo día 18.

La indignación de Minguella

Cuando se conoció que la servilleta sería subastada por Horacio Gaggioli para sacar un rédito económico (un precio de salida de 350.000 euros, pero las previsiones apuntan a que puede doblar o triplicar este valor), Minguella no escondió su indignación. "Tengo un enfado importante porque eso no se hace", explotó Minguella ante los micrófonos de Tiempo de Juego de la cadena Cope. "La servilleta se la quedó Horacio, que era el representante de Messi. Yo siempre he defendido que se entregara al Barcelona para que estuviera en el museo y la gente la pudiera ver. He pasado un día duro porque no lo entiendo", dijo el pasado 31 de enero, añadiendo que "haré todo el posible por que (la subasta) fracase. Y si no la puedo detener, espero que el dinero vaya para los más necesitados y no para el bolsillo de un aprovechado". "La servilleta se firmó porque la familia de Messi hacía un mes que estaba en un hotel y los directivos del Barcelona de aquella época tenían sus dudas", explicó quien fue representante y candidato a las elecciones a la presidencia del club.