La Seu d'Urgell se ha convertido este fin de semana en el epicentro de la cocina popular catalana con una nueva edición, la undécima ya, del Encuentro de escudellas, ranchos y sopas históricas. Esta fiesta gastronómica reúne colles venidas de diversos municipios de Catalunya, que forman parte de la federación, y donde también participan las colles invitadas, este año venidas desde Andorra e Italia.
Este domingo se ha vivido la jornada central, en la que desde primera hora de la mañana ya se han instalado las ollas, perolas y calderas en el paseo Joan Brudieu, para cocinar con fuego de leña las sopas y otras comidas de cuchara, que después han podido degustar los curiosos que se han acercado hasta la capital del Alt Urgell. Se calcula que se habrán repartido entre 5.000 y 6.000 raciones.
Estas comidas como las sopas, ranchos y escudellas populares se remontan al menos al siglo XV, y muchas de ellas se celebran todavía alrededor de las fiestas de Carnaval. Los historiadores relacionan su origen con una comida generosa y calórica antes del ayuno obligado por la Cuaresma, y también como una comida que se ofrecía a las personas más necesitadas del pueblo.
En la Seu d'Urgell esta celebración se llama la Calderada, se celebra el día 17 de enero y los oficiantes son la Cofradía de Sant Antoni, que han actuado como anfitriones en el encuentro de este año. Ellos hace 120 años que elaboran una escudella solidaria y caritativa que reparte unas 11.000 raciones: "Somos una de los 7 colles más antiguas de Catalunya, fundadoras de la Federación de Escudellas, Ranchos y Sopas Históricas", ha remarcado el representante de la cofradía urgelense.
Este domingo se ha culminado la celebración con la cata y el reparto de las raciones, entre 5.000 y 6.000, preparadas por todas las colles asistentes. Durante el resto del fin de semana se han organizado otras actividades paralelas como charlas, música tradicional, mercado artesanal, talleres y actividades infantiles.
Mantener viva la tradición de las sopas y escudellas populares
Recuperar este patrimonio cultural y mantener viva la tradición es el objetivo de la federación, que está formada por doce municipios de nueve comarcas de toda Catalunya, donde estas comidas populares tienen documentada una antigüedad de al menos cien años. Son Albons, Capmany, Castellterçol, Gelida, la Seu d'Urgell, Montmaneu, Ponts, Vergues y Vidreres, y también Rialp, Talarn e Isona, y que desde este año ya lo hacen como miembros de pleno derecho. La FERSCH está preparando una candidatura con el objetivo que las escudellas, ranchos y sopas históricas puedan ser declaradas patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la Unesco.
Presencia de la 'Paniccia' de Varallo
En la edición de este 2024 ha participado por segundo año consecutivo un grupo invitado de Italia, que elabora la 'Paniccia' de Varallo (Piamonte). Esta sopa caritativa data del año 1799 y se suele repartir el martes de Carnaval con más de una veintena de calderas conocidas como 'Calderone' o 'Pentolone'. Tal como se hace en la Seu, las raciones se degustan en cada hogar, pero también se sirven en los restaurantes de Varallo, una pequeña población de unos 7.500 en la zona alpina que delimita el Piamonte con el Valle de Aosta y con Suiza.
Andorra también ha sido representada por los Escudellers d'Andorra la Vella —que celebran la tradición por Sant Antoni, desde 1969— y la Germandat de Sant Sebastià de Sant Julià de Lòria, que empezaron su elaboración el año 1988.