Los vigilantes del aeropuerto del Prat no creen que la mediación con Treball sirva para parar la huelga, la cual se prevé que empiece este mismo jueves. Los trabajadores han denunciado que en esta mediación "el punto de presión no se toca" por parte de la compañía. La presidenta del Comité del I-SEC, Genoveva Sierra, ha señalado el comportamiento de la empresa no solo en la mediación, ya que ha denunciado la "conducta antisindical" de la compañía. "Están enviando comunicados a toda la plantilla para que no vayan al sindicato", ha declarado Sierra a la ACN.
✈️ Estos son los servicios mínimos para la huelga de vigilantes del aeropuerto de Barcelona
En las puertas de los Servicios Territoriales de Trabajo, la presidenta del comité ha vuelto a denunciar los conflictos laborales entre los responsables de supervisión en las líneas de seguridad y los vigilantes. "Es inadmisible que un responsable pueda gritar e insultar a un trabajador, no tendríamos que estar hablando de esto", ha dicho Fiel Gómez, miembro del sindicato. De hecho, Gómez ha matizado que ya hay cinco solicitudes de expediente de abuso de poder, y que están pendientes de la resolución de Inspección de Trabajo. Es decir, las negociaciones para tratar de evitar la huelga se dan en un contexto especialmente hostil entre los actores implicados.
¿Cuáles son las demandas de los vigilantes?
Los trabajadores de los controles reclaman a la empresa I-SEC —adjudicataria del servicio desde noviembre— más personal, que garantice los descansos de 10 minutos y aparcamiento gratuito. Para ilustrar la necesidad de más personal en este espacio hay que remarcar que la plantilla está formada por unas 500 personas que han hecho 20.000 horas extra en los últimos cuatro meses, según ha denunciado CSIF, a uno de los sindicatos convocantes.
Se remarca la necesidad de contratar a mujeres. Aunque es obligatorio que en cada filtro de seguridad haya un hombre y una mujer como mínimo, actualmente la tasa de ocupación femenina es del 35%. Esta inferioridad numérica que obliga a las trabajadoras a hacer las inspecciones en más de un arco de seguridad al mismo tiempo. "Las mujeres tienen que trabajar el doble que los hombres", ha dicho Gómez.
Otra reclamación sindical es percibir un plus de idiomas que reconozca el hecho de que todos los empleados están obligados a dominar el inglés. Además, los trabajadores piden tener plaza de parking y no tengan que gastarse 440 euros al año por estacionar sus vehículos. Si no se llega a un acuerdo sobre estos puntos, los vigilantes planean hacer un paro de jueves a lunes de cuatro a siete de la madrugada, de nueve a once de la mañana y de cuatro a seis de la tarde en plena temporada alta.