La polémica por la gincana con contenido sexual en la cual participaron menores llega a la defensora del pueblo, que ha abierto una actuación de oficio para aclarar los hechos y pedir explicaciones al Ayuntamiento de Vilassar de Mar (Marisma). Después de recibir un alud de quejas de los padres de los menores que participaron, la concejala de Juventud, Participación Ciudadana, Igualdad y Transparencia, Montse Gual, ha comparecido en una rueda de prensa donde ha defendido que la gincana era de carácter "pedagógico" y "validadas por un equipo técnico". Solamente ha pedido disculpas por no haber explicado a los padres en que consistían las pruebas de la actividad, y ha asegurado que todo fue fruto de un "error de comunicación". En un comunicado oficial, el síndico ha informado de que ha pedido información en el consistorio sobre esta actividad en atención a la protección del interés superior de los niños y adolescentes que participaron. Por otra parte, también se investigarán las fotografías de los menores publicadas en las redes sociales sin el consentimiento de los padres.

Investigación de la síndica

Tal como ha informado a la misma síndica este viernes, ya se ha abierto una actuación de oficio después de tener conocimiento de los hechos por los medios de comunicación y de las quejas de algunas personas que se han dirigido a la institución". Para aclarar los hechos con profundidad, la institución se ha dirigido al Ayuntamiento del municipio, porque "quiere saber cuál es la valoración de la administración municipal de esta situación desde el punto de vista de la protección del interés superior de los niños y adolescentes". En cuanto a las fotografías que circulan a la red de los menores participando en las pruebas de carácter sexual, y que se publicaron en el Instagram del Servicio de Juventud del Ayuntamiento, la síndica ha preguntado al consistorio si se hizo "sin el consentimiento correspondiente de los tutores legales de los niños o de los mismos adolescentes, según el caso."

"¿Nos hemos equivocado? Quizás"

Por su parte, el gobierno de Vilassar ha defendido este viernes el contenido "pedagógico" de las pruebas. La concejala de Juventud ha asegurado en una rueda de prensa recogida por la ACN que las pruebas estaban "validadas por un equipo técnico" y que se definieron "basadas en aquello que ya habían hecho a otras poblaciones". Ha recalcado que cada actividad se adaptó a la edad del grupo -la gincana era para jóvenes de 12 a 30 años-, pero también ha precisado que el Ayuntamiento valorará el desarrollo de las pruebas por si hay que revisarlas de cara al año que viene. La concejala ha recalcado que la gincana se someterá a una valoración técnica, "igual que el resto de actividades del Julio Joven", con el fin de evaluar si se ha alcanzado el objetivo planteado en un inicio. "¿Nos hemos equivocado en el tipo de pruebas? Quizás, pero eso se valorará en el marco de la gran valoración que hacemos al final del verano", ha aseverado.

No piden perdón por las pruebas

Si bien Gual ha asumido un "error de comunicación" en el planteamiento de la gincana, ya que estaba anunciada como una actividad lúdica basada en pruebas populares, tal como se había hecho el verano pasado. "Es verdad que las familias no disponían de toda la información si se apuntaban, y a partir de ahora seremos mucho más transparentes", ha recalcado la concejala, que ha afirmado que pide "perdón" por no haber explicado el contenido, "no por el hecho de explicar a los jóvenes información sobre relaciones sexuales, porque ellos la piden".

No aclaran qué pruebas se hicieron

A pesar de la insistencia de los periodistas, Gual no ha aclarado exactamente qué pruebas hicieron los jóvenes de menos edad, especialmente para los de la franja de 12 a 18 años. Preguntada por las pruebas en que los participantes tenían que poner un preservativo en un plátano para después untarlo con miel o nata y lamerlo, la concejala ha insistido en que todas las actividades se adaptaron a la edad de los participantes a cada momento. Gual ha defendido que pruebas como estas sirven para "sensibilizar" sobre el uso del preservativo en el sexo oral. En este sentido, ha dicho que les consta que hay menores de 11, 12 y 13 años que consumen pornografía y ha defendido que es una cuestión que se quiere "atacar" desde la Concejalía de Juventud para evitar que los menores interioricen determinadas prácticas sexuales.