Los tripulantes de cabina de Ryanair empiezan una nueva tanda de jornadas de huelga, la cual se espera que se alargue seis meses. Las convocatorias son de los sindicatos USO y Sitcpla, los cuales siguen trabajando para empujar a Ryanair a negociar ante las constantes negativas de la aerolínea irlandesa. El secretario de comunicación de USO, Pau Ibarzábal, ha urgido a sentarse a negociar un convenio colectivo estatal y ha mostrado su "decepción" con el papel jugado por el Gobierno, especialmente por los servicios mínimos decretados.
Los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en algunos casos protegerán hasta el 85% de los vuelos programados por la compañía, lo que, para Ibarzábal, es "abusivo". A pesar de las limitaciones por los servicios mínimos, esta primera jornada de protestas ha dejado un total de 10 vuelos cancelados y 51 demorados hasta las 09:00 horas, según la información aportada por USO a Efe.
Protestas hasta enero
Después de gran parte del verano marcado por las reivindicaciones de los tripulantes de cabina de Ryanair y a pesar de las repercusiones que han tenido las protestas en el servicio que ofrece la compañía, la aerolínea irlandesa sigue girando la espalda a las propuestas de negociación de sus trabajadores. Ante la negativa constante, el pasado 27 de julio anunciaron seis meses de huelgas, desde el 8 de agosto hasta el 7 de enero de 2023.
¿Qué es lo que motiva esta huelga? Las condiciones salariales. Los trabajadores de Ryanair demandan que se les equiparen las condiciones a sus compañeros de empresa en otras bases europeas, como por ejemplo Francia o Alemania. También exigen la elaboración de un nuevo convenio para el personal de cabina de la compañía. La compañía no a ni abierto este melón, es más, han sido despedidos 11 trabajadores "por haber ejercido estos legítimamente el derecho a la huelga". Además, a 100 empleados se les han abierto expedientes sancionadores, según han vuelto a remarcar hoy desde USO
En los próximos seis meses se planean paros de 24 horas por todo el Estado español. Puede parecer una convocatoria muy larga, ya que se trata de medio año en que se planean protestas si la compañía sigue sin querer negociar. Sin embargo, Ibarzábal ha afirmado que se trata del arma de los trabajadores para presionar a la aerolínea: "Esperamos que la compañía recapacite y antes de enero se decida a sentarse con nosotros". Por su parte, la compañía ha quitado importancia a las protestas y su impacto y hasta ahora no parece dispuesta a ceder.