A las 15:45 de este miércoles las sirenas antiaéreas de Gernika y Sabadell han sonado al mismo tiempo en conmemoración de los 80 años del bombardeo que la ciudad vasca sufrió en 1937 (foto) desde los aviones de la Legión Cóndor, la aviación legionaria de la Luftwaffe nazi enrolada con el ejército de Franco. El ataque empezó a las 15:45 y tanto la sirena que avisó a los gernikarras entonces (y ahora) como la que ha sonado en Sabadell fueron fabricadas en la capital vallesana durante la Guerra Civil.
Ambas ciudades han conservado los aparatos, hechos en La Electricidad, SA, empresa metalmecánica de Sabadell reconvertida en fábrica de sirenas durante la Guerra Civil española. La sirena de Gernika la encargó la fábrica de armas Unceta y Cía, donde fue instalada entre septiembre y noviembre de 1936. Esta sirena, y las campanas de las iglesias de San Juan y Santa María, sonó ininterrumpidamente durante el bombardeo.
La sirena de alarma de Sabadell fue comprada por el consistorio e instalada en la cubierta del edificio en agosto de 1937. Se conserva en su estado original y aún se usa para convocar concentraciones ciudadanas y minutos de silencio.
Montserrat Chacon, concejal de Cultura de Sabadell, ha viajado a Gernika en representación de la ciudad. La sirena de Gernika suena cada año durante cuatro minutos. Este año la han puesto en marcha los nietos de dos oficiales de la Legión Cóndor, Manfred von Richtofen y Rudolf Freiherr von Moreau.
Los bombarderos, entre los cuales había también algunos aviones italianos, lanzaron una gran cantidad de bombas de 250 kilos y más de 3.000 proyectiles incendiarios sobre la ciudad, donde vivían 3.700 personas, además de un número indeterminado de soldados en retirada, contra los que disparaban los cazas en vuelo rasante. Los pilotos acabaron bombardeando la villa a ciegas, tapados por el humo de los incendios. El ataque duró cuatro horas y los incendios no se pudieron apagar totalmente hasta el día siguiente.
Se estima que murieron 250 personas. Tres cuartas partes de los edificios fueron totalmente destruidos y el resto quedaron muy afectados. Sólo se salvaron la Casa de Juntas y su famoso árbol. El puente, del que se afirmó después que era el objetivo, quedó intacto.