La amenaza del impacto de un cuerpo celeste contra la Tierra es un riesgo que obliga a tener proyectos de defensa planetaria. HERA es la primera misión de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA), una sonda que se lanzó el 7 de octubre de 2024 desde Cabo Cañaveral (Florida) a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, con el objetivo principal de evaluar la eficacia del método de impacto cinético para desviar asteroides que puedan representar una amenaza para la Tierra. Aquel día, HERA inició su viaje hacia el sistema binario de asteroides Didymos, específicamente hacia su luna menor, Dimorphos, que fue impactada por la misión DART de la NASA en el 2022. HERA tiene la misión de estudiar los efectos de este impacto y recopilará datos cruciales. De camino hacia Dimorphos, en un viaje que acabará en el 2026, la sonda europea ha conseguido este miércoles un espectacular hito en la era espacial, acercarse a 5.000 kilómetros de Marte y obtener unas imágenes que fueron compartidas por la ESA, en una retransmisión a través de su web pública.

🪐 La retransmisión de las imágenes de HERA sobrevolando Marte

El equipo científico de HERA compartió estas imágenes desde el centro de control de misión ESOC de la ESA en Darmstadt (Alemania), con un programa especia en el que se ofrecieron las explicaciones de las primeras observaciones científicas de la misión, más allá del sistema Tierra-Luna, después de su vuelo sobre Marte. El equipo contó con la participación del astronauta de la ESA Alexander Gerst y el reconocido escritor de ciencia ficción Andy Weir, autor de The Martian y Project Hail Mary, además de un invitado especial sorpresa, que fue ni más ni menos que Brian May, el mundialment conocido como el guitarrista de la legendaria banda Queen, que además es un destacado astrofísico británico.

La importancia de acercarse a Marte

HERA se acercó este miércoles a Marte para alcanzar una velocidad adicional para su eventual encuentro con Didymos, hacer un estudio de la luna marciana Deimos y desplegar sus instrumentos científicos por primera vez. HERA sobrevoló la superficie del planeta rojo a 5.000 kilómetros de distancia, y a 300 km de Deimos, la luna marciana más distante y enigmática. Durante este sobrevuelo, HERA realizó observaciones tanto de Marte como de Deimos, una luna de la dimensión de una ciudad. Posteriormente, HERA giró su antena hacia la Tierra para transmitir los datos que serán compartidos este jueves.

Así, HERA consiguió su punto más próximo a Marte, utilizando la atracción gravitatoria del planeta para acelerar sin necesidad de propulsión adicional. Esta maniobra gravitatoria fue esmeradamente calculada para acortar el tiempo de viaje hacia el sistema de asteroides Didymos. El sobrevuelo de Marte no solo sirve para ahorrar combustible, sino que también permite que HERA llegue en los asteroides meses antes de lo que hubiera sido posible de otra manera. Además de la asistencia gravitatoria, HERA aprovechó esta oportunidad para hacer actividades científicas.

¿Por qué hace falta la misión HERA?

Aunque la probabilidad de un impacto catastrófico es baja (impactos como el Chicxulub, el nombre del cráter del enorme asteroide que hace 66 millones de años impactó contra la Tierra y provocó la extinción del 60% de las especies del planeta), la combinación de vigilancia constante y avances tecnológicos sigue siendo crucial. El reciente caso del esteroide 2024 YR4 demuestra como las observaciones continuas pueden reducir drásticamente las incertidumbres, pasando de un 3,1% a 0,16% de riesgo en dos meses. La defensa planetaria representa hoy uno de los esfuerzos científicos más colaborativos a escala global.

Los pilares de la defensa planetaria

Por eso, tanto la ESA como la NASA (la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio), la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable del programa espacial civil, así como de las investigaciones aeronáuticas y aeroespacial, han desarrollado proyectos de estrategia de defensa planetaria basados en cuatro pilares. El primero es la detección temprana, baza en la monitorización de 37.000 objetos próximos a la Tierra, con 1.700 clasificados como potencialmente peligrosos. La segunda son las técnicas de desvío de estos objetos, que son básicamente dos. La primera es el impacto cinético, probado con éxito en la misión DART en 2022, y la segunda son los explosivos nucleares, que representarían el último recurso, a causa de los riesgos de fragmentación que representan y que comportan unas implicaciones legales y técnicas que todavía están en estudio.

El éxito de DART

HERA es una misión diseñada para demostrar que es posible desviar un asteroide peligroso en curso de colisión con la Tierra, tiene como objetivo estudiar el impacto causado por DART contra el cuerpo celeste Dimorphos y recopilará datos cruciales sobre las características de los asteroides, incluyendo su superficie, porosidad y estructura interna, además de la eficiencia de la transferencia del impacto cinético, y la posición actual y futura de objetos próximos en nuestro planeta.

La misión DART (Double Asteroid Redirection Test) fue la primera prueba de defensa planetaria a gran escala del mundo, diseñada por la NASA y el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins. La nave espacial DART estuvo lanzada el 24 de noviembre de 2021 y se estrelló deliberadamente contra Dimorphos el 26 de septiembre de 2022. El impacto pasó a una velocidad de aproximadamente 6,6 km/s, con la nave de 500 kg produciendo una energía equivalente a unas tres toneladas de TNT. El éxito de la misión se confirmó el 11 de octubre del 2022, cuando la NASA anunció que el impacto había acortado el periodo orbital de Dimorphos en unos 32 minutos, superando significativamente el umbral mínimo de éxito de 73 segundos. Esta misión representó un hito importante a la defensa planetaria, demostrando por primera vez la capacidad de la humanidad para alterar la trayectoria de un cuerpo celeste.