La monja Sor Lucía Caram ha atacado, a través de una dura carta, al exobispo de Solsona Xavier Novell. Desde el diario Religión Digital, Sor Lucía pide no analizar su renuncia por el hecho de haberse enamorado de una mujer y sí centrarse, en cambio, en su mala praxis de los últimos tiempos. Por todo ello, llega a asegurar que Novell "no rige" y "la percepción de muchos era que no disfrutaba de salud mental manifiesta ni de mucho equilibrio emocional".
Del duro ataque que hace la monja a Novell, se deduce que conoce algunos aspectos más oscuros del exobispo que todavía no han salido a la luz y solo adelanta que ella se lo podía imaginar: "Se podía esperar en cada aparición suya la defensa de un extremo u otro, y pasar de uno a otro sin saber ni cómo ni por qué".
La crítica más feroz radica en el trato despectivo que Novell hacia los homosexuales y de todos aquellos colectivos que eran diferentes a él: "Sabemos de su defensa, participación y promoción de las llamadas terapias de conversión homosexuales. Unas terapias morbosas, escabrosas, y enfermizas que generan en sus participantes angustia y en muchos casos los llevan al suicidio o la desesperación. Y hay testigos que lo acusan y sienten que les destrozó la vida". Así pues, lo llega a poner en la diana como el responsable de aquellos que han decidido quitarse su propia vida. Pero eso no es todo: "Novell echó de las misas a las jovencitas que iban con minifalda y se atrevió a subir sus fotos a su Facebook. También echó de las parroquias a los escoltas porque les exigía que se hicieran catecúmenos y se negó a acogerlos y dialogar con ellos. Se enfrentó con el clericato, y los curas que estaban de su lado por uno u otro motivo se fueron apartando".
"Ninguna mujer le ha comido el coco"
De sus conclusiones, Sor Lucía pide desvincular el hecho de enamorarse de una mujer y no relacionar sus hechos con que fuera independentista. Por una parte, el amor: "No se trata de una mujer seductora que le comió el coco. No se trata de un obispo perseguido por sus hermanos en el episcopado, ni de aquel a quien no le dejaban ser él mismo y que se sintió solo. Se trata de alguien débil psicológicamente que, libre pero irresponsablemente, fue tomando decisiones". Además, también asegura la monja argentina que desde la Iglesia se le ofreció todo tipo "de ayuda mental y emocional".
Y con respecto al aspecto político, lo desvincula completamente: "El titular fácil de su renuncia fue 'el obispo independentista' que dio un carpetazo y no aguantó que 'no le dejaran ser él mismo'. Su renuncia no tiene nada que ver con eso ni con sus visitas a los presos en Lledoners. No. Nada que ver". Por todo ello, Sor Lucía exige a Novell que pida perdón: "Que reconozca el daño que hizo, y si es posible, que pida disculpas porque son muchos los que se sintieron heridos, traicionados y maltratados por sus posturas, salidas de tono y extremos, incluidos, aquellos a los cuales las "terapias patológicas de conversión" hirieron profundamente".