¿Qué tienen en común el catalán y el maltés? ¿De hecho, qué relación hay entre Catalunya y Malta? A primera vista diríamos que ninguna, que son dos países con una nula relación histórica y lingüística. Resulta que es todo lo contrario, que el pasado avala una presencia catalana notoria en la isla de Malta que ha dejado trazas de la catalanidad al país maltés.
Un viaje 'de chancletas' hecho en marzo de 2010 por el biólogo y gestor ambiental catalán Pere Alzina en Malta permitió descubrir un hecho sorprendente e insólito. Algo que se justifica con la historia de Catalunya con Malta entre finales del siglo XIII y hasta el siglo XVIII, pero que en las escuelas no nos han enseñado nunca a ninguno de nosotros. Este hallazgo fortuito que hizo Alzina destapó un amplio conocimiento, hasta ahora ignorado: la fuerte huella de la lengua catalana al maltés. No son cifras menores a no tener en cuenta. Sino al contrario, son datos, en según qué bloques temáticos, bastante contundentes.
Los apellidos catalanes en Malta
La importancia del catalán en Malta se pone de manifiesto con los apellidos de los malteses, porque entre un 15 y un 30% de los apellidos de los ciudadanos malteses son catalanes. Algunos ejemplos son Abella, Amat, Barberà-Barbara, Bonet, Borda, Callus, Cardona, Cassola, Costa, Dalli, Dalmas, Drago, Fava, Formosa, Ferro, Fontana, Florida, Gatt, Grech, Gili/Hili, Laporta, Madiona, Mompalao, Montalto, Montfort, Nuner, Nowell, Oliva, Palma, Petit, Rei, Robert, Ross, Rull/Roull, Saliba, Sant, Soler, Spagnol, Serra, Saura, Torres, Tortell, Turner, Valentí, Ventura, etc. De hecho, Alzina habla de que el 19% de los 300 apellidos más abundantes de Malta son catalanes.
Un 8% de los nombres de pájaros malteses son catalanes
El gestor y consultor ambiental, en una conversación con ElNacional.cat, explica que en la compra de un libro de pájaros malteses (Where to watch Birds and other Wildlife in Malta, A. Casha, Birdlife 2004) se chocó con algunos nombres de pájaros en maltés que eran exactos o muy similares a los nombres de pájaros en catalán. Este nombres, además, difieren absolutamente de los nombres que tienen en las otras lenguas que habrían podido influir en el maltés como podría ser el italiano, el siciliano, el francés o el inglés. Un buen ejemplo, lo constituye el denominado bucag, pronunciado 'butxac' en maltés, que es el saltimpalo en italiano, la tarabilla en español, el tarier en francés, el stonechat en inglés y bitxac en catalán. Estas coincidencias despertaron un interés para el biólogo Alzina que se transformaron en un incentivo para poner en marcha un estudio que comparara los nombres de los pájaros en maltés con los nombres en italiano, catalán, español, francés e inglés.
La indagación lo ha llevado a descubrir más nombres de pájaro malteses que son, muy probablemente, de origen catalán: Sturnell / Estornell, Verdun / Verdum, Gawija / Gavina i Serra / Bec de Serra. Estos nombres se corresponden además de una decena de especies diferentes de pájaros. Hay tres nombres (Kappun, Arpa y Farrug) que podrían tener un origen catalán probable: Capó d'aigua es el nombre popular del avetoro, como el Kappun maltés, Arpa es la raíz de la arpella en catalán, y Farrutx es un topónimo mallorquín. Concretamente, Alzina cifra hasta un 8% el número de las especies de pájaros observadas, del total de 167, actualmente en Malta y que tienen "seguro" la influencia del catalán, mientras que la cifra aumenta a un 9% si hablamos de "más probabilidad".
Más de mil palabras catalanas
Solo hay que echar un vistazo al diccionario maltés, para ver que muchas palabras tienen el origen o influencia del catalán. Pere Alzina asegura haber hecho la comparación con los diccionarios de traducción inglesa-francesa-italiana-española para, de esta forma, verificar con certeza absoluta que más de mil palabras maltesas tienen raíz catalana. Algunos de estos son palabras que se escriben igual en ambas lenguas, como son los casos de: accident, barber, brillant, falliment, ferm o serp, entre otros.
La mayoría de palabras, sin embargo, tienen alguna grafía o letra que cambia con respecto al catalán. Sin embargo, es evidente que la procedencia viene del catalán. Algunas de estas palabras son: avukat, en maltés, y, en catalán, advocat; bankett, en maltés, y, en catalán, banquet. Orzata, en maltés, y, en catalán, orxata o bien, buskett, en maltés, y, en catalán, bosquet son algunos más de este tipo de palabras. Estas palabras abarcan todo tipo de campo semántico, como pueden ser profesiones, edificios, nombres de peces, bebidas, simples objetos o calles. Precisamente, muchos negocios de la capital están ubicados en calles que tienen nombres de indudable origen catalán. Algunos de estos casos son la calle del oeste -Western street- denominado también calle de Punent, o la calle de Tramuntana o la calle de Lvant.
500 años de huella catalana en Malta
Esta influencia catalana en el país maltés no ocurre por pura casualidad. Sino que todo parte de una explicación histórica que vincula estrechamente Catalunya con Malta durante más de 500 años, entre finales del siglo XIII y el siglo XVIII. Esta justificación histórica pone de manifiesto los motivos lingüísticos por el cual es el catalán, y no el italiano o el francés, la lengua que prevalece en el origen de las palabras que pueden generar confusión. Los catalanes llegan a la isla gracias al combate de Malta que tiene lugar en 1283 enmarcado en las guerras de Sicilia. La corona catalanoaragonesa gana el enfrentamiento y toma la soberanía del territorio que es regentado por los catalanes. En 1530, sin embargo, el rey Carlos I de España cede la isla de Malta a unos caballeros llamados Els Germans Hospitalers o Orde de Sant Joan d'Acre que llegan al país maltés cuando son echados por los otomanos de su isla de Rodas.
Esta orden religioso-militar gobierna la isla hasta que Napoleón la conquista en 1798. Por lo tanto, son 268 años gobernados por esta Orden, 65 de los cuales, un 24% del total del periodo, con Grandes Maestros de habla catalana: los hermanos Rafael y Nicolau Cotoner, Joan d'Omedes, Ramon Perellós y Ramon Despuig, en los puestos más altos de la jerarquía. En total, son casi 500 años de influencia catalanas, bien de forma directa a través de la soberanía propia y exclusiva durante unos 200 años y pico, o bien indirectamente, es decir, incorporadas a la Monarquía Hispánica a través de la Corona catalana o bien a través de los Grans Mestres de habla catalana de esta Orden tan poderoso. Por eso, Pere Alzina afirma que este medio milenio de presencia catalana en Malta representa mucho más en la lengua maltesa que los dos años de gobierno francés en la isla (desde 1798 a 1800). Posteriormente, los ingleses llegan al país maltés en el siglo XIX y marcan su huella hasta el año 1964 cuando Malta acordó con el Reino Unido su independencia.
En la arquitectura maltesa se pone de relieve este simbolismo catalán. Es el caso de uno de los monumentos más relevantes de Malta, la cocatedral de Sant Joan, ubicada en La Valleta. En esta construcción se representan muchos elementos de la catalanidad, como la cruz de Sant Jordi o la bandera. La catedral contiene ocho capillas, cada una está dedicada al santo patrón de cada una de las ocho divisiones geográficas de la orden de Sant Joan. Así pues, está construida la capilla para la región de Aragón y Catalunya que está dedicada en Sant Jordi. De hecho, hay una lápida escrita en catalán en la capilla más importante del país. La iglesia de Aragón-Catalunya fue pintada por Mattia Preti y es considerada una de las mejores del país. Precisamente, en esta capilla hay enterrados los Grandes Maestros Rafael Cotoner, Nicolau Cotoner y Ramon Perellós.
"Es triste que no se estudien los siglos del catalán en Malta"
A pesar de esta presencia tan dilatada en el tiempo, los estudios de la influencia catalana en el maltés eran inexistentes hasta la publicación del artículo de investigación de Pere Alzina a la Societat Catalana de Terminologia, el publicado a la Fundació Nova Història y un último en la revista l'Abellerol de l'Institut Català d'Ornitologia. Por eso, Alzina lamenta la "tristeza" del hecho de que no se estudien los cinco siglos de influencia catalana en Malta y pide "revertir la situación". Tan sólo el lingüista Lluís de Yzaguirre en unas notas detalla unas 200 palabras con un origen catalán altamente probable. Eso, sin embargo, empieza a cambiar con las conferencias y los estudios publicados por Pere Alzina. De hecho, el biólogo enfatiza que gracias a sus estudios y a los de sus compañeros "ahora los lingüistas franceses e italianos empiezan a cambiar de paradigma". Porque hasta ahora la tónica habitual era la discrepancia sobre todo con los lingüistas de Francia y de Italia que lo atribuyen todo al italiano-toscano y que cuando no coincide con el italiano-toscano (país que nunca ha tenido la soberanía de Malta ) se excusan con un "debe ser de alguna otra lengua itálica" sin, claro, especificar cuál. La cuestión es defender siempre con insistencia en que la influencia es del francés y no del catalán.
Los malteses italianizan muchas palabras, como por ejemplo, los apellidos y eso complica la cosa para defender la huella del catalán en Malta. Por esta razón, es importante repasar la historia del país desde 1283 hasta 1800, para recordar qué nacionalidad tiene más relevancia en Malta, y aquí se impone la lengua catalana. El maltés tiene una influencia románica que viene casi del siciliano, el catalán y el occitano. El maltés es una lengua semítica, como el árabe o el hebreo. Pero todos los lingüistas están de acuerdo que tiene un alto porcentaje de léxico románico. El problema es que hasta ahora no se ha contemplado el catalán como posible influencia en su léxico, a pesar de las relaciones que ha habido a lo largo de la historia entre ambos territorios. Siempre se ha asociado al italiano, aunque el dominio de los italianos en la isla es totalmente inexistente.
Concretamente, y en la línea de lo que comentaba Pere Alzina, este agosto saldrá en venta el primer libro que documenta la conexión catalana-maltesa. El libro, de Jordi Bilbeny, se titula 'Redescobrint la Malta catalana' y es un ofrecimiento a averiguar el pasado catalán de la isla de Malta. Esta obra hace un recorrido exhaustivo y documentado por la huella catalana que ha quedado en la actualidad en la isla de Malta. Recorriendo la lengua y la cultura catalanas en este territorio, el autor investiga unos vínculos que se extienden a lo largo de más quinientos años de historia que ahora, sobre el terreno, todavía se pueden detectar de manera nítida y abundante: tanto en el campo de la toponimia y el léxico como en el de la cocina, el folclore, la arquitectura y la ingeniería militar, la religiosidad o el comercio, entre otros.
Una pequeña muestra de 64 palabras maltesas (a la izquierda) que conservan la raíz catalana (a la derecha):
- accident-accident
- appartament-apartament
- argument-argument
- arjentat-argentat
- armerïa-armeria
- armirall-almirall
- attent-atent
- attestat-atestat
- avukat-advocat
- bank-banc (de seure)
- bankett-banquet
- barber-barber
- batterïa-bateria
- berquqa-(al)bercoc (en el Maresme y norte catalán son "bercocs")
- brillant-brillant
- bronz-bronze
- buskett-bosquet
- cinturin-cinturó
- destin-destí
- drapp-drap
- fabrika-fàbrica
- falliment-falliment
- falz-fals
- famus-famós
- ferm-ferm
- fidil-fidel
- forja-forja
- fort-fort
- frisk-fresc
- furnar-forner
- fus-fus
- gabinett-gabinet
- gagga-gàbia
- kassa-caça
- kampnar-campanar
- kandidat-candidat
- kantant-cantant
- kap-cap
- kapitell-capitell
- kapott-capot
- kappun-capó
- kartell-cartell
- kuncert-concert
- kura-cura
- mastrudaxxa-mestre d’aixa (fuster)
- multa-multa
- offerta-oferta
- orzata-orxata
- pagell-pagell
- passa-passa
- polza-pòlissa
- principiant-principiant
- rigal-regal
- serp-serp
- siment-ciment
- skakki-escacs
- skuza-excusa
- suldat-soldat
- tabal-tabal
- tambur-tambor
- verdun-verdum
- xlokk-xaloc
- zia-tia o tieta
- zrafa-girafa