Manifestación con pocos precedentes. Este sábado Barcelona ha acogido una marcha desde el Parlament hasta la plaza de Sant Jaume liderada por los sindicatos de la policía de Catalunya que ha contado con centenares de personas, la mayoría agentes de los Mossos d'Esquadra, en un clamor por la "seguridad pública", comprometida y en juego, según ellos, los últimos meses.
Unas 2.000 personas han andado por las calles de la ciudad entre sirenas, silbatos y petardos. En la llegada a la plaza de Sant Jaume unos agentes han encendido una traca justo delante de la puerta del Palau de la Generalitat.
La marcha ha querido reivindicar la seguridad pública y la "dignidad policial" y ha puesto de relieve que la vía que ha puesto sobre la mesa el Parlamento de Catalunya en la revisión del modelo de orden público, después de saberse que será la CUP, con Dolors Sabater, quien presidirá la comisión, no está avalada por los sindicatos.
Todos los sindicatos policiales unidos
La marcha ha sido convocada por todos los sindicatos de los Mossos d'Esquadra -SAP-FEPOL, USPAC-USCOP, SPC, SME, CAT-ME, Seimei-FEPOL, SICME, AFITCME y SEI- y de las policías locales -SICPOL, SFP-FEPOL, SAPPL y SAPOL-, la marcha también ha congregado asociaciones profesionales de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
Entre los manifestantes también se han podido ver líderes de partidos políticos con representación en el Parlamento de Catalunya como diputados del Partido Popular, de Ciudadanos y de Vox. Varios colectivos profesionales y comerciales se han unido también al manifiesto de la manifestación, según han explicado desde los sindicatos.
Ataques a la policía
Más allá de la comisión que tiene que estudiar el mal llamado "modelo de orden público" de los Mossos d'Esquadra y del supuesto secuestro que aseguran los sindicatos de los Mossos de la CUP al Gobierno para aprobar los presupuestos, el desánimo de los policías que se han manifestado por las calles de Barcelona también se ha centrado en un cuestionamiento más amplio de concepto de seguridad.
Los últimos meses la policía, los Mossos d'Esquadra y las guardias urbanas, han sido recibidos con hostilidad en botellones. Cada fin de semana los Mossos han tenido que hacer marcha atrás en incidentes relacionados con estas fiestas ilegales, en uno evidente, aseguran desde los representantes de la policía, "deriva social con respecto al respeto a la ley y a las normas más elementales de convivencia". La situación que vive actualmente la policía en Catalunya no se había visto nunca hasta ahora, creen los representantes de los Mossos d'Esquadra, y nos sitúa "en una grave crisis de seguridad pública".
"Dignidad policial" y "paz social"
Los sindicatos de la policía reclaman "dignidad policial" y "paz social". De esta manera, han lamentado la falta de apoyo que según ellos han recibido por parte de la cúpula de Interior y de sus mandos en los ataques recibidos durante los últimos días a Barcelona y en otros puntos del territorio. En la lectura del manifiesto en la plaza de Sant Jaume, la portavoz de SAP, Imma Viudes, también ha lamentado que algunos partidos políticos se aprovechen de la situación de inseguridad para intentar erosionar el Govern de la Generalitat, en una crítica a la politización del cuerpo de los Mossos d'Esquadra.
Sin embargo, desde los sindicatos han asegurado que se ha empezado a percibir un giro en el apoyo por parte del Gobierno.
Durante esta semana, que se han celebrado los días de las Escuadras de las diversas regiones policiales, acabando en Barcelona con el acto central, la mayoría de comisarios han posicionado con firmeza contra los ataques recibidos contra la policía. El mismo conseller Joan Ignasi Elena cerró filas con el cuerpo y los agentes en su discurso institucional del acto nacional de las Escuadras 2021.
A pesar de estas muestras de apoyo, y de los encuentros entre la cúpula de Interior y los sindicatos, los convocados de la marcha han reclamado más constancia a los líderes políticos y evitar que una manifestación como la que hoy se ha celebrado en Barcelona se tenga que volver a repetir.