La Guardia Civil subastará 4.915 armas el 14 de febrero en Barcelona en la que será la última subasta de armamento en la demarcación. Las armas, que la Intervención de Armas custodiaba cuando alguien pierde la licencia o muere su propietario, se podrán ver entre el 7 y el 11 de febrero en la Comandancia de la Guardia Civil de Barcelona. Son 3.000 escopetas, 600 pistolas, 350 revólveres, 470 fusiles, 170 rifles y un centenar de otras armas. A partir de ahora, cuando pase un año del depósito del arma, si el propietario no la traspasa o no adquiere una licencia para tenerla, esta se destruirá.
Para participar en la subasta hay que tener una licencia de armas que, una vez comprobada, permite entrar a la exposición para ver los ejemplares disponibles. Una normativa europea ha prohibido este tipo de subastas y a partir del año que viene las armas que lleven un año en el depósito se destruirán directamente. Miguel Ángel Quesada, que es interventor de armas y explosivos de Barcelona de la Guardia Civil, precisa que muchos de los compradores potenciales son cazadores. "El 75% de las armas que hay expuestas son para cazar", explica. El interventor añade que las armas que acaban aquí son de personas a quien han retirado la licencia o que han renunciado, o de vigilantes de seguridad que dejan de serlo. La Guardia Civil las mantiene un año en un depósito y después las subasta.
Las subastas en Girona también tienen fecha de caducidad
Por su parte, la Guardia Civil de Girona prevé hacer la última subasta de armas para particulares a finales del primer semestre del año. Desde el cuerpo policial afirman que hasta ahora ya se han ido destruyendo armas que se acumulaban en los depósitos gerundenses y en el último año se han eliminado unas 3.000. Así lo anunció el cuerpo este martes, durante la inauguración de las nuevas dependencias de la Intervención de Armas y Explosivos que hay en la comandancia de Girona capital.
El mes de junio podría ser la última vez que en Girona se haga una subasta de armas con el nuevo reglamento aprobado en el 2020. La Guardia Civil prevé hacerla a finales del primer semestre con todos los dispositivos que tienen almacenados hasta el 5 de noviembre del 2020. Se trata de las armas que han dejado a las personas que tienen la licencia caducada o que han fallado y no han encontrado a nadie que tomara el relevo. Es el plazo máximo que prevé la normativa para aceptar las armas para hacer una subasta a particulares. A partir de este momento, el resto de herramientas tendrán que estar en los depósitos de la Guardia Civil un máximo de un año y el cuerpo tendrá que destruirlas pasado este tiempo. Es el margen que tendrán los propietarios para encontrar a alguien para hacer el relevo del instrumento.