Sumar, la formación de izquierdas de la vicepresidenta española Yolanda Díaz, ha presentado una proposición no de ley en el Congreso con la cual plantea declarar obligatorio el servicio público de trenes por la noche, con el objetivo que Renfe o "cualquier otra" empresa que da servicio de trenes esté obligada. La iniciativa surge después de la negativa de la operadora española a recuperar este servicio nocturno después de la pandemia, por su baja rentabilidad económica.

Según Renfe, los trenes nocturnos registraron pérdidas de 25 millones de euros en su último ejercicio. El Gobierno indicó en una respuesta parlamentaria sobre este mismo tema que estos trenes nocturnos son un servicio comercial de Renfe, y, por lo tanto, los trayectos que realicen tienen que ser sostenibles económicamente "por sí mismos", sin ayudarse de ninguna aportación pública.

No obstante, la formación liderada por Yolanda Díaz, que también forma parte del Ejecutivo como socio minoritario, matiza el criterio de Transportes y recuerda que la alta velocidad en España "también es deficitaria", según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). En este contexto, Sumar propone que los trayectos nocturnos de ferrocarril sean declarados como servicio público y sea obligatorio que Renfe u otra operadora los ofrezcan por ley.

Además, añade una petición para ejecutar un plan de recuperación de los trayectos nocturnos en ferrocarril que conectarían con Portugal y con Francia, a través de Hendaya/Irún y a través del Pertús en la línea de alta velocidad. "Si llega el caso, el Gobierno podrá convocar un concurso internacional para llevar a cabo este plan", apostilla.

Competir con el avión

Otro argumento que esgrime el grupo político para defender la recuperación de los trenes nocturnos es que sirven para reducir los vuelos cortos, tal como se pactó con el PSOE en el acuerdo de Gobierno de coalición. Pero en esta competencia, dice Sumar, el tren y el avión no están en las mismas condiciones, porque los vuelos están "fuertemente subvencionados", ya que el queroseno no está gravado, los billetes de avión internacionales están exentos de IVA y las autoridades territoriales proporcionan "grandes subvenciones en el uso de las compañías aéreas de los aeropuertos de menor tamaño".

"Estas ventajas, de las cuales no disfruta el transporte ferroviario, entran en clara contradicción con la necesidad de hacer frente a la emergencia climática", denuncia el grupo confederal en su proposición no de ley. Por eso, Sumar incluye un tercer punto en su propuesta para hacer inventario de la reducción de emisiones que supondría la estimulación de los trayectos nocturnos de larga distancia por delante de los vuelos intraestatales.