El 18 de mayo la jueza de Vilanova que investiga el crimen de Pedro Rodríguez, encontrado muerto y quemado dentro del maletero de su coche, pide colaboración al juzgado número 31 de Barcelona.
La jueza incorpora a la causa toda la instrucción de la muerte de un mantero en Montjuïc el año 2014, donde los dos sospechosos de matar Rodríguez están implicados.
El sumario, de cuatro tomos divididos en cuatro archivos cada uno y con unas 1.600 páginas, dedica exclusivamente los tomos II-C, III-D y III-A a esta causa. En el sumario constan las diligencias del juzgado número 31 de Barcelona pero también las declaraciones de todos los agentes que intervinieron en aquel caso.
A partir de la instrucción del caso del mantero, la jueza cita a declarar a los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona y se fija en un detalle: el mantero iba esposado cuando le atendieron y lo intentaban rehabilitar.
Qué tiene que ver un caso con el otro
Entre las hipótesis está que Rosa y Alberto estarían implicados en la muerte del mantero y que Pedro tenía información.
La investigación va más allá del móvil pasional si se demuestra que detrás de la muerte de Pedro estaba la amenaza de suscitar posibles irregularidades de los dos policías durante el tiempo que fueron binomio de la Guardia Urbana.
Las esposas del mantero
Las declaraciones de los agentes hacen especial incidencia en este hecho, ya que José Antonio González se habría caído por un terraplén de 25 metros. Según el caso archivado por el juzgado de Barcelona, se habría tirado.
La versión de Rosa Peral y Alberto López, los dos agentes que formaban binomio y que estaban mes cerca del mantero cuando se precipitó, se volvió levantar para atacarles y por eso lo esposaron.
Rosa Peral resultó herida en una pierna por unas navajazos que le habría hecho el mantero durante el operativo policial.
El mantero, sin embargo, queda medio inconsciente al caer. Según el informe médico del hospital Clínico, la víctima tiene una parada cardiorrespiratoria en el mismo lugar de los hechos, se le reanima y se le traslada al hospital. Tiene politraumatismos, trauma craneoencefálico grave y paro cardiaco recuperado.
Las declaraciones de los agentes de la Urbana
Todos los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona que estuvieron en el dispositivo donde murió el mantero y que la jueza de Vilanova cita a declarar remarcan que les extrañó que el detenido llevara las esposas en el estado en el que se encontraba.
Según estos testigos, el mantero estaba esposado con las manos en la espalda. El sargento que declara, especifica que en el momento que llega a los lugar de los hechos, el mantero está estirado en el suelo, esposado de boca abajo y ordena que la prioridad es la asistencia médica y hace que le saquen las esposas.
El sargento también pregunta por qué llevaba las esposas, y los responsables de la operación explican que después de haber caído, de 25 metros, se levantó y se encaró hacia ellos y que lo tuvieron que reducir y esposar.
Según el atestado policial, el mantero "dio un grito y saltó de espaldas, hacia unos matorrales por encima de la valla que limita el camino de arena". El informe de los Mossos detalla cómo cae rodando y choca contra un muro de contención que hay al final de un terraplén de unos 20 metros.
Según el relato policial, el mantero intenta gatear unos metros después de la caída y esconder la navaja que llevaba en la mano y después empieza a perder el conocimiento.
Las causas de la muerte
Según la autopsia, José Antonio González murió a causa de una "lesión neurológica en el contexto de politraumatismo por precipitación".
El informe forense concluye que se trata de una muerte violenta accidental por precipitación.