Buena parte de la investigación se basa en la actividad de los móviles de la víctima y de los dos sospechosos. A lo largo de todo el sumario de 1.600 páginas, hay varias capturas de pantalla de whatsapps, así como transcripciones de las conversaciones, al margen de la localización de los teléfonos móviles, que dan pistas claras de los movimientos de Rosa Peral, Alberto López y Pedro Rodríguez.
La actividad en el móvil de Rosa Peral es la más intensa. La sospechosa, que hace dos meses que está en la prisión de mujeres de Wad-Ras, tiene dos móviles en casa cuando la policía practica el registro, además de otros 6 aparatos en su taquilla de la Guardia Urbana de Barcelona donde guarda sus pertenencias y que la policía registra el 19 de mayo.
"Tendría que haber la pena de muerte aquí en España"
Los días 5, 6, 7 8 y 11 de mayo, Rosa Peral se intercambia mensajes de whatsapp con una expareja de Pedro Rodríguez. Prácticamente no se conocen, pero la mujer ha sido citada como testigo del caso y lo que empieza como una conversación para dar ánimos a Peral acaba con mensajes que especulan sobre la muerte de Pedro.
Rosa: Solo me dará calma matar al que lo hizo. Tendría que estar la pena de muerte aquí en España.
Testigo: Buah, en algunos casos también la pondría.
Rosa: En este caso, el primero. Porque Pedro no se merecía eso. Estoy segura de que ahora debe de estar pensando que yo lo ayudé cómo pude.
Pero lo que llama más la atención a la testigo y a los investigadores son las reflexiones que hace en torno al crimen.
Rosa: Es que si viniera el que hizo eso y tengo un arma en las manos, lo mato y lo meto en un maletero.
Y después empieza a hacer hipótesis sobre el crimen.
Rosa: Yo creo que no ha sido un solo tío. Han tenido que ser dos como mínimo, porque para poder con Pedro....
Testigo: Puede ser...
Rosa: Que estaba fuerte. No me imagino a nadie tan fuerte como para acabar con él.
En la última de las conversaciones que mantiene con la expareja de Pedro Rodríguez, filosofa sobre cómo encontrarse mejor y explica que ha hablado con un amigo "muy místico".
Rosa: Dice que para que el alma descanse se tiene que poner uno foto y hacer una oración. Y creo que quizás lo haré.
Cómo incriminar a Alberto López
Durante la instrucción hay varios detalles que muestran una incriminación directa de Rosa Peral a Alberto López en el crimen. En la declaración en los juzgados, de hecho, lo señala como el asesino.
Durante el registro en su casa hace un comentario sutil a los Mossos d'Esquadra que la acompañan que queda recogido y destacado en el sumario. Les dice que se fijen en que Alberto López tiene una pestaña más corta que la otra porque se ha quemado.
Le dice lo mismo a un compañero de ella, testigo del caso, que va a visitarla uno de los días posteriores al hallazgo del cadáver: "Pero el que provocó el incendio se tendría que haber quemado las cejas y las pestañas, ¿no?"
Apunta también a Alberto López como el autor material de los hechos y se interesa por si "las cámaras de tráfico tendrían que haber grabado algo". Igualmente, insiste en que si las cámaras graban se ve solo el coche o el ocupante.
Pero el informe de las grabaciones de las cámaras de tráfico no aclara nada, porque ninguna cámara, tampoco las del peaje, tienen nada registrado. Y si hubieran grabado el coche de Pedro conducido por otra persona, puesto que las grabaciones se conservan un mes como máximo y se pidieron cuando este tiempo ya había transcurrido, tampoco se podría comprobar.