El lanzamiento de la primera misión espacial tripulada de Boeing se ha suspendido de nuevo este sábado, esta vez cuando faltaban menos de cuatro minutos para el despegue previsto desde Florida (Estados Unidos). El aparato tenía que alzar el vuelo a las 12.25 de la tarde (16.25 GMT) desde una plataforma de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral y en dirección hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), pero la cuenta atrás se ha detenido de manera repentina cuando los dos astronautas de la NASA Barry Wilmore y Sunita William ya se encontraban a bordo de la nave Starliner. La causa de la suspensión ha sido un error detectado en "el secuenciador de lanzamiento terrestre", según ha informado la NASA, que también ha detallado que este domingo 2 de junio se repetirá el intento de alzar la nave.
La misión se ha tenido que cancelar a raíz de un problema en el sistema informático, después de que los técnicos detectaran anomalías en el secuenciador del lanzamiento terrestre. La causa todavía no se conoce, pero ha obligado a detener el despegue cuando la cuenta atrás marcaba tres minutos y 50 segundos. De golpe, el marcador se ha detenido de manera automática y se ha procedido a evacuar a los astronautas de dentro de la nave, donde ya se encontraban preparados para el lanzamiento. A pesar del contratiempo, la agencia espacial estadounidense y Boeing ya han informado de que si pueden resolver el error antes de las próximas 24 horas, intentarán, otra vez, lanzar su primera misión espacial tripulada este mismo domingo a las 12:03 de la tarde (16:03 GMT).
Este nuevo incidente vuelve a dejar en evidencia Boeing, que acumula múltiples retrasos y suspensiones de esta misión. El 7 de mayo, por ejemplo, ya cancelaron el despegue del Starliner, aquella vez por unos errores en una de las válvulas del cohete lanzador Atlas V, de la firma privada United Launch Alliance (ULA), sobre el cual se encontraba montada la nave. Más adelante, volvieron a detener el lanzamiento y, hasta el 21 de mayo, ya acumulaban tres intentos pospuestos.
El objetivo de esta misión, conocida como Crew Flight Test, es conseguir que Boeing desarrolle una nave espacial que rivalice y amplíe las opciones en los Estados Unidos a la hora de enviar astronautas a la estación espacial, en el marco de un programa de tripulación comercial de la NASA, que fomenta la colaboración de la agencia estatal con empresas privadas.