El caso de asesinato de la pareja de Susqueda empieza a aclararse entorno a la figura de Jordi Magentí como presunto culpable. El hombre sospechaba ―con razón― que la policía había intervenido el teléfono de su domicilio en el número 16 de la calle Font del Canyó del municipio de Anglès, según detalla el informe de diligencias previas de los Mossos d'Esquadra al cual ha tenido acceso El Nacional. Estas sospechas se hacen evidentes en una llamada con su hijo, donde Magentí le dice literalmente: "No me llames mucho, ¿me entiendes?".
Preocupado por el desarrollo de la investigación policial, el hijo del presunto homicida llama a su padre para avisarlo de que los Mossos "sospechan" de ellos, en referencia a la mención en la prensa de un vehículo todoterreno blanco ―el Land Rover que conduce Magentí― captado por las cámaras de videovigilancia en la zona cuando se produjo el asesinato.
Ante la noticia, la respuesta del investigado es fría y cortante: "No me llames mucho, ¿me entiendes?". Cuando el hijo hace el intento de continuar con la conversación, la reacción es todavía más evidente: "Escúchame, lo que tendrías que hacer es no llamar para estas cosas, ¿lo entiendes?".
A criterio de los investigadores del caso, la actitud y las palabras del presunto autor de los hechos "denotan de manera evidente" que este intuye la posibilidad de encontrarse "intervenido" y bajo vigilancia de la policía. Una conversación interceptada justo después de la llamada también en el domicilio del investigado confirma las sospechas de los agentes.
Los interlocutores son Magentí y su madre y el diálogo gira entorno a la llamada que acaba de mantener el investigado con su hijo. El presunto homicida le explica a la mujer que "por si tenemos el teléfono intervenido" le acaba de decir a su hijo que no lo llame. La madre le pregunta si le ha dejado eso claro a su nieto y el hombre responde que "sí, pero que ya ha llamado".