Ayer por la noche el mapa de ocupación de los tramos de la manifestación de Tarragona todavía estaba en buena parte de color verde, indicando zonas de ocupación baja. Pero hoy el centro de la ciudad está lleno de visitantes. El ambiente es al mismo tiempo festivo y reivindicativo: familias con esteladas, motards, ancianos con banderas tomando el sol en los bancos, parejas con camisetas nacionalistas...
Concentración en la Rambla Nueva
La Rambla Nova, desde la Plaça Imperial Tàrraco hasta el mar, el espacio donde se tiene que celebrar la manifestación, está llena de paseantes. Hay tarraconenses, pero también numerosos visitantes de las poblaciones próximas que aprovechan el buen tiempo para pasear por la ciudad. En el anfiteatro romano hay muchos curiosos con camisetas con mensajes nacionalistas y los bares y restaurantes del centro están llenos de gente con esteladas. En la estación de tren, cada vez que llega un convoy, un grupo de recién llegados con banderas refuerza el colectivo de los manifestantes. Una gran estelada los espera al llegar a la ciudad. Incluso hay algunos nacionalistas que han venido de Vinaròs y otros puntos del País Valencià para apoyar al procés. Se respira el convencimiento de que el acto de hoy será un éxito de convocatoria. Pero el ambiente es muy relajado: no hay gritos ni consignas, sólo mucha y mucha gente paseando.
Por su cuenta
Buena parte de la gente lleva camisetas de ediciones anteriores de la Diada, con diferentes motivos nacionalistas, con otras reivindicaciones políticas o sin ninguna relación con el Onze de Setembre. Muchos no saben a qué tramo se añadirán, porque no han hecho ninguna inscripción. Algunas de las estructuras preparadas por la Assemblea, como el aparcamiento de la manifestación en el estadio del Gimnàstic, están claramente infrautilizadas. La convocatoria de Tarragona parece marchar por delante de su propia organización.fe