Un grupo de taxistas belgas, junto con algunos vehículos de Barcelona, han visitado la Casa de la República, residencia del president Puigdemont en Waterloo, precisamente al día siguiente de que se haya acabado la huelga de taxistas. El president ha salido a la calle y ha hablado con ellos ante varios medios de comunicación, se ha subido a un taxi catalán para dar una vuelta y posteriormente los ha invitado a pasar a la Casa de la República.

Según imágenes difundidas por Élite Taxi, una caravana de vehículos se ha dirigido hacia la residencia del president en el exilio, cumpliendo así la promesa que se hizo hace unos días de hacer una "visita" a Puigdemont en Waterloo contando con la colaboración de compañeros belgas.

Según ha explicado Élite Taxi, se han desplazado cuatro taxistas catalanes, que han hecho el viaje de dos días desde Barcelona con la intención de "llevar el problema del taxi más allá de nuestras fronteras" y con el objetivo de dialogar con Carles Puigdemont, a quien le han explicado la problemática del sector y le han pedido que "ayude al taxi".

La intención de la comitiva era hacer saber también a Puigdemont que la problemática del taxi es presente en toda Europa.

Tregua de los taxistas

Al mismo tiempo y desde Barcelona, el portavoz de Élite Taxi y exlíder del comité de huelga, Alberto Tito Álvarez, ha avisado de que los taxistas dan una "tregua", pero que "si la Generalitat no cumple, volveremos a las calles".

En una rueda de prensa para valorar la decisión del sector de aceptar la propuesta del gobierno para regular los servicios VTC, Álvarez ha abierto la puerta a manifestarse durante el Mobile World Congress; precisamente una de las líneas rojas que puso la Generalitat para negociar con los taxistas.

Álvarez se mostró satisfecho con el acuerdo, que entre otros puntos prevé un mínimo de una hora de antelación para contratar servicios VTC. También se ha mostrado escéptico en cuanto al cumplimiento de la normativa por parte de Uber y Cabify.