Los taxistas han decidido este el viernes iniciar una huelga indefinida después de la decisión del TSJC, que ha dado vía libre a Uber y Cabify. En una asamblea masiva celebrada este viernes por la tarde en el centro de Barcelona, los taxistas han decidido declararse en huelga indefinida, aunque los sindicatos mayoritarios no sueño partidarios de hacerlo.
Los sindicatos han intentado convencer a la masa exaltada de no ir a la huelga indefinida porque consideran que no es una buena opción. Lo han intentado hasta tres veces. Pero los esfuerzos del portavoz de Élite Taxi ha, Tito Álvarez en estado en vano. Los taxistas congregados en la asamblea han apostado por la huelga. "Guerra, guerra, guerra", gritaban un buen número de ellos.
Álvarez les ha explicado que ha hablado con dos altos cargos, uno del Ministerio de Fomento y el otro, del gobierno catalán que le han trasladado su compromiso de luchar y aceptar una transfarència de competencias en materia de VTC. Pero la palabra de Álvarez, que lo ha jurado por su hijo, no ha sido suficiente para convencer a los concentrados que querían los compromisos "por escrito".
El líder de Élite Taxi les ha alertado de que las movilizaciones no llevarían en lugar y les advirtió que episodios como el de la T2 donde se han identificado 14 personas por volcar un vehículo no les ayuda en nada.
En la tercera votación, Álvarez ha asegurado que ha hablado con todas las asociaciones de taxis del estado español y que se han comprometido a reunirse todos la primera semana de septiembre y convocar entonces manifestaciones a todo el Estado. El ofrecimiento, sin embrago, tampoco ha sido aceptado por la mayoría de los miembros de la asamblea.
La decisión de la asamblea ha cogido por sorpresa a los líderes sindicales, y más, después de la reunión que han mantenido con la alcaldesa, Ada Colau y que han tachado de "provechosa". A la salida de este encuentro, los portavoces de las diversas agrupaciones han manifestado que era más "inteligente" desconvocar el paro y después del verano, retomar las acciones.
Un grupo de taxistas mantiene que se queda en la calle para expresar su disconformidad. En Gran Vía aún hay muchos taxis parados pero también es cierto que, muchos otros, han marchado.