A la espera del inicio de la huelga prevista a partir de este próximo lunes, los técnicos sanitarios y de enfermería han denunciado públicamente que los servicios mínimos que se les están fijando son "abusivos" y desproporcionados. Los trabajadores de la sanidad pública catalana afirman que se ha fijado un porcentaje que incrementa en un 97,8% respecto de los trabajadores requeridos en anteriores protestas, cosa que consideran "un intento claro de boicotear la huelga". En este sentido, reclaman que se replanteen los servicios mínimos de manera inmediata y se reduzcan a los niveles de la movilización del año 2023. Los técnicos han hecho llegar a la dirección del Hospital de la Vall d'Hebron una reclamación formal a la vez que han presentado una nueva propuesta de negociación al Institut Català de la Salut (ICS) para evitar que la huelga empiece.
En el texto presentado, los técnicos sanitarios exigen "la reducción inmediata de los servicios mínimos a niveles fijados durante la huelga de 2023" y que se "comuniquen durante esta tarde —de domingo— y en el plazo máximo de 12 horas para poder desafectar a las personas que corresponda". Al mismo tiempo, los trabajadores de la sanidad pública avisan de que es necesario que se respete la "negociación con el comité de huelga" y el "cumplimiento de la Orden EMT / / 2023 sin interpretaciones abusivas que restrinjan el derecho a huelga". "En caso de no atender esta solicitud, se verán obligados a tomar medidas legales para defender el derecho fundamental a la huelga y denunciar este abuso ante las instancias competentes", han advertido.
El pronunciamiento de los técnicos llega después del asalto al edificio del ICS este viernes pasado, un movimiento que buscaba calentar la huelga programada a partir de este lunes 3 de marzo, la cual, si nada cambia, se alargarà hasta el 8 de marzo. Las personas participantes en la protesta se colocaron en el interior del edificio vestidos con los disfraces característicos de La casa de papel. Asimismo, representantes de los sindicatos SIETeSS y SAE, agrupados en la Federació de Tècnics Professionals de la Sanitat (FTPS), se reunieron con miembros de la empresa pública el mismo viernes en un nuevo intento de llegar a un acuerdo, sin éxito. Horas después de la reunión, el ICS trasladó una propuesta que se quedó muy lejos de satisfacer a los representantes sindicales: "Estamos muy enfadados. Nos parece indecente", dijo José Joaquín Durán, del SIETeSS. El miembro sindical manifestó que la oferta no incluía "ninguna propuesta real" y que les hizo senitr "engañados" porque, según su opinión, no se quería "dar respuesta a la parte económica".