Lo que tendría que haber sido un viaje inolvidable se ha convertido en una tragedia mortal para Agustín Escobar, Merce Camprubí y sus tres hijos. También para Sean Johnson, el piloto del helicóptero turístico en que viajaban, que también ha muerto en el accidente de la aeronave que cayó sobre el río Hudson, en Nueva York. El aparato, un modelo Bell 206L4 del año 2004 con el que se habían elevado desde un helipuerto de Downtown Manhattan para hacer un recorrido aéreo sobrevolando el río Hudson, se precipitó 18 minutos después de iniciar el vuelo y cuando ya empezaban las maniobras para el descenso. El helicóptero perdió diversas de sus partes en el aire y cayó a plomo sobre el agua por causas que todavía se desconocen. Las autoridades de los Estados Unidos están trabajando sobre varias hipótesis para explicar el accidente. El alcalde de Jersey City, Steven M. Fulop, ha detallado en una rueda de prensa que "hay tres teorías. Está el debate sobre que hubiera sido provocado por un contratiempo con pájaros, en drones o algún fallo mecánico. Veremos qué sucede".

L'alcalde de Jersey City, Steven Fulop, en roda de premsa
El alcalde de Jersey City, Steven Fulop, en la rueda de prensa para dar detalles sobre la investigación / EFE

Investigación abierta

Antes de las declaraciones del alcalde, la directora de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, ha detallado que 17 personas continúan desplegadas en los alrededores del lugar del siniestro y ha asegurado que la investigación continúa abierta, por lo que se evitará "especular". En este sentido, ha apuntado que "llevará bastante tiempo" determinar que pasó antes de que el aparato se desintegrara en el aire y sus diferentes partes cayeran al agua. Aunque la mayoría de los restos del aparato se retiraron del río la noche del jueves, los submarinistas del Departamento de Policía de Nueva York rastreaban este viernes la zona en busca de las piezas que faltan.

Según ha detallado Homendy, "los objetivos inmediatos de los equipos de emergencia fueron, primero, la búsqueda y rescate de los pasajeros y, después, la recuperación de la cabina. Los investigadores de NTSB empezaron a llegar al lugar por la noche y no especularé con ninguna causa preliminar o probable del accidente". "Ahora mismo estamos buscando el rotor principal y el rotor de cola" ha añadido, señalando que tampoco se ha recuperado la transmisión principal. Homendy ha dicho que no se descarta nada, ya que los investigadores examinarán la experiencia del piloto, el historial de la empresa que gestiona las visitas turísticas y los restos todavía incompletos del avión. Homendy ha detallado que el piloto de la aeronave acumulaba 780 horas de vuelo y que había superado su último reconocimiento médico septiembre de 2024, cuando reportó 450 horas de experiencia como piloto. Además, la agencia ha pedido la colaboración de los ciudadanos con el envío de más fotos y vídeos.

La directora de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy
La directora de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, en la rueda de prensa / EFE

Por su parte, el director de OEM, Greg Kierce, en la misma rueda de prensa ha señalado que "la zona donde se hundió la aeronave tiene un fondo muy rocoso. Así que el acceso al área es difícil para los buzos. El trabajo en el río Hudson siempre es difícil por sus malas condiciones de visibilidad". La caída del helicóptero en el agua se produjo en torno a las 15:15 (hora estadounidense) y necesitó la movilización de los buzos del cuerpo de bomberos, así como de la Policía de Nueva York y de Nueva Jersey, que sacaron del río a las víctimas y a la aeronave siniestrada.

La llamada del piloto antes del accidente

Varios medios locales reprodujeron este viernes el relato de Michael Roth, el propietario de Nueva York Helicopter, la empresa de vuelos turísticos. En declaraciones en el diario The Telegraph, Roth ha explicado que minutos antes de caer la aeronave, el piloto había avisado por radio de que le quedaba poco combustible y volvía al helipuerto, casi 20 minutos después de empezar el vuelo. Llamó diciendo que estaba aterrizando y que necesitaba combustible, y tendría que haber tardado unos tres minutos en llegar al helipuerto, pero 20 minutos después, no había llegado". Y ha añadido: "Recibí una llamada de mi gerente y de mi helipuerto del centro y me dijeron que habían oído que había habido un accidente, y mi teléfono empezó a sonar. Después uno de mis pilotos sobrevoló el río Hudson y vio el helicóptero en el agua, boca abajo".

Michael Roth, en declaraciones en el New York Post, ha afirmado que "no he visto nada parecido en mis 30 años de experiencia en el sector de los helicópteros. Lo único que puedo suponer es que o bien impactó con un pájaro o bien fallaron las palas del rotor principal. No tengo ni idea. No lo sé".

Debate sobre los vuelos en helicóptero en Nueva York

La familia Escobar Camprubí estaba pasando unos días de turismo por Nueva York aprovechando que el padre, Agustín Escobar, CEO de Siemens Mobility España, llegó el domingo para visitar las instalaciones de Siemens a Pittsburgh, en Pensilvania. Y después extendieron el viaje con la familia, que llegó hace un par de días para celebrar el aniversario de uno de los menores", según ha explicado el alcalde de Jersey City.

El trágico accidente de esta familia catalana ha vuelto a reabrir el debate sobre los vuelos de helicópteros turísticos en Nueva York. En concreto, la NTSB ya ha expresado en varias ocasiones la preocupación por esta actividad. La directora, Jennifer Homendy, ha recordado que han pedido en diversos de sus informes que estas aeronaves tengan de grabadoras de voz y datos resistentes a los choques."Creemos decididamente en un solo nivel de seguridad", ha afirmado. En la misma línea se ha manifestado el alcalde de Jersey City, Steven Fulop, que ha defendido que cada vez es más evidente que la Agencia Federal de Aviación "tiene que regular más" el sector e imponer "restricciones al turismo en helicóptero". En este sentido, ha denunciado que el cielo de Manhattan "está completamente congestionado". En cambio, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, se muestra a favor de esta actividad, que ha apuntado que forma parte de "el ecosistema económico de la ciudad". "La gente quiere ver nuestra ciudad desde el aire. Necesitamos concentrarnos en la seguridad", ha defendido.

Según apunta The New York Times, desde el helipuerto donde salió esta aeronave se elevan casi 30.000 vuelos al año. A pesar de las restricciones, como no poder volar los domingos y seguir rutas prefijadas, estas atracciones turísticas se ponen en cuestión. Desde 1977, ya son 32 las víctimas mortales en accidentes de helicóptero.