Algunos de los terroristas de los atentados del 17-A no se radicalizaron de forma tan rápida como inicialmente se pensaba ni como consecuencia de conocer al imán de Ripoll, Abdelbaki se Satty. Según ha avanzado la ACN, ya al principio del 2015 se interesaban por el islamismo radical e incluso alguno de ellos ya consultaba webs yihadistas o hacía comentarios claramente de tendencias violentas.
Durante unos meses compartieron un grupo de WhatsApp sobre temas religiosos e individualmente algunos de ellos se informaron sobre el Daesh, explosivos o armas, además de autoadoctrinarse con citas a favor de la yihad, según varios informes de la Comisaría General de Información de los Mossos d'Esquadra, incluidos al sumario de la Audiencia Nacional. Eso podría haber sido influencia del imán de la mezquita de Ripoll, que llegó el mismo 2015, pero también demostraría que algunos jóvenes influyeron en los otros para emprender este camino.
Un informe de los Mossos analiza un teléfono móvil encontrado en casa de la familia Aalla, en Ripoll, de donde salieron tres hermanos implicados en la célula terrorista. La policía determina que el móvil lo utilizó Youssef Aalla, muerte en la explosión de la casa de Alcanar. En un chat de Facebook que se encontró en este móvil, Mohamed Hichamy criticaba el tratamiento informativo del ataque islamista contra la revista satírica Charlie Hebdo en París en enero del 2015, dos años y medio antes del ataque a Barcelona y Cambrils, lo justificaba y decía que el atentado había estado consecuencia directa de haber ofendido al pueblo musulmán. Literalmente decía que "os podéis meter vuestra libertad de expresión por el culo".
"No me estoy volviendo fanático"
En el piso de los hermanos Younes y El Houssaine Abouaayaqoub en Ripoll se encontró un móvil con imágenes de guerrilleros islamistas armados con fusiles de asalto de gran calibre y lanzagranadas. En una tarjeta de memoria Micro SD se encontraron imágenes descargadas sobre la yihad. No obstante, Younes defendió en un chat de Facebook que no se podía culpar a todos los musulmanes de lo que hacían sólo unos cuantos, en referencia a el atentado de Charlie Hebdo.
También tenía una captura de pantalla de una conversación de febrero del 2015 donde un hombre dice: "No me estoy volviendo fanático, estoy cumpliendo con la palabra de Alá". También tenía una imagen publicitaria del Daesh con fotografías de soldados y vehículos militares y textos sobre la necesidad de unirse a los muyahidines para enfrentarse a los occidentales y proclamas a favor de la organización terrorista.
En un teléfono móvil de Mohamed Hichamy, encontrado en el Audi A-3 de Cambrils, se localizaron conversaciones de audio a través de WhatsApp entre Hichamy y varios amigos suyos en marzo del 2016, 17 meses antes de los atentados. Los mensajes aseguran que Europa será islámica en algunas décadas, que los europeos son ignorantes comparados con los marroquíes, ya que con 30 años todavía no han formado familia, o también que hay que seguir la "vía recta, alabar a Dios".
Himnos yihadistas y explosivos
Los agentes de Información de los Mossos también analizaron otro móvil encontrado en casa de los Aalla, de lo que ha podido ser atribuido a nadie en concreto, e incluso podría pertenecer al padre de otro de los terroristas, Mohamed Houli Chemlal, herido en Alcanar. De hecho, el aparato lo habría usado El Houssain Abouyaaqoub el día antes de los atentados. La memoria del teléfono tenía numerosos audios guardados: 128 eran 'suras', versículos del Corán, y 41 eran 'nasheeds', "canciones de carácter yihadista combatiente radical", según los Mossos, que lo consideran una vía de autoadoctrinamiento.
En un teléfono que sí que se atribuye directamente a Said Aalla, muerte en Cambrils, se encontraron búsquedas en Youtube de marzo del 2017 de reportajes sobre el Daesh y sobre armas de fuego. También hay imágenes sobre Abu Bakr en el Baghdadi, autoproclamado califa de Estado Islámico, y su bandera. Sobre armas, Aalla habría buscado "como disparar" un fusil de asalto que utilizan muchos ejércitos europeos, incluido el español, el HK G36, y tenía varios vídeos sobre la cuestión, aparte de otros contenidos sobre cómo montar, desmontar y disparar armas de gran calibre y pistolas, además de navajas.
En la furgoneta Renault Kangoo alquilada por Mohamed Hichamy y abandonada porque tuvo un accidente en la AP-7 pocas horas antes del ataque a Cambrils, se encontró un teléfono móvil con numerosos documentos sobre la fabricación de explosivos y de cinturones y chalecos explosivos. El teléfono también podría pertenecer a Younes Aboouyaqoub, el conductor de la Rambla.