Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha implantado un nuevo servicio de seguridad con vigilantes uniformados a bordo de algunos vehículos para evitar hechos delictivos, como hurtos, o actos de incivismo. Los efectivos actuarán selectivamente y de manera planificada en las líneas, zonas y franjas horarias en que estén más "eficaz" la prevención y velarán también por el cumplimiento de las medidas para minimizar el riesgo de contagio por coronavirus, como la obligación de llevar bien puesta la mascarilla. A partir de esta semana, el servicio de vigilancia privada a bordo de los autobuses será permanente, fruto del nuevo contrato de seguridad adjudicado el junio pasado a la empresa Securitas por un periodo de dos años.
La implantación de los efectivos en los autobuses se hace en el marco de la ley vigente de seguridad privada y como aplicación de recursos que ya gestionan el Centro de Control de Seguridad de Bus de TMB, operado por vigilantes de seguridad y desde donde se coordinan la seguridad de las instalaciones, los sistemas de videovigilancia, las operativas de servicio, los planes de contingencia y autoprotección, así como las alarmas industriales críticas de los cuatro depósitos de vehículos dondetienen la base los 1.167 coches de la flota y vehículos auxiliares.
Videovigilancia
Por otra parte, desde julio pasado está en curso una prueba piloto de videovigilancia embarcado en autobuses. Los primeros a disponer de cámaras y videogravadors son 24 vehículos del centro operativo de negocio de Ponent, situado en l'Hospitalet, que dan un servicio a líneas del sector Llobregat.
La finalidad de esta videovigilancia también es la prevención y disuasión de actos delictivos e incívicos, además de facilitar el esclarecimiento posterior en caso de posibles incidentes o denuncias que investiguen los cuerpos de seguridad. En cada vehículo se han instalado tres o cuatro cámaras que registran constantemente el interior del compartimento de pasaje, señalizadas en el interior de los vehículos.
El sistema está diseñado porque en el futuro sea capaz de transmitir las imágenes a distancia en tiempo real y se pueda extender a la totalidad de la flota en un plazo de varios años, en función de la disponibilidad de recursos.